Alexéi Navalni, líder opositor ruso, falleció este viernes en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre. El hombre fue considerado como el enemigo número uno de Vladimir Putin y aquí te contamos quién fue.
El opositor pagó con su vida la lucha que sostuvo contra el presidente ruso, pues denunció la represión y corrupción del régimen, así como la invasión a Ucrania.
¿Quién fue Alexéi Navalni?
El opositor era bloguero, abogado anticorrupción y organizador de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética.
Fue el faro de la primera generación libre en la historia de Rusia. El Kremlin era tan consciente de ello que, en medio de la campaña militar en Ucrania, la justicia rusa le impuso la última de sus penas, con lo que sumaba casi 30 años de cárcel.
Navalni, encarcelado desde enero de 2021, fue condenado de nuevo en agosto a 19 años por "extremismo", sentencia que debía cumplir en uno de los establecimientos más duros del sistema penitenciario ruso.
A finales de 2023, fue trasladado a una remota colonia penitenciaria del Ártico ruso, donde anunciaron su muerte este viernes.
Alexéi tenía 47 años, era alto y rubio de penetrantes ojos azules, sin embargo, apareció delgado y envejecido durante las retransmisiones a distancia de las últimas audiencias en las que estaba implicado, la única manera de verlo.
Quedó físicamente marcado por el envenenamiento que sufrió en 2020, una huelga de hambre y las repetidas estancias en aislamiento.
Luchó contra Putin día tras día
La cárcel no debilitó su determinación contra el presidente de Rusia. Durante las audiencias y en mensajes difundidos a través de sus abogados, Navalni no cesó de denunciar a Putin, a quien describió como un "abuelo escondido en un búnker".
Durante su juicio por "extremismo" en agosto de 2023, condenó "la guerra más estúpida y sin sentido del siglo XXI", en referencia a la invasión en Ucrania.
En sus mensajes en línea bromeaba sobre la intimidación a la que le sometía la administración penitenciaria. Entre otras cosas, le obligaban a escuchar el mismo discurso de Vladimir Putin día tras día, "¡Como si pronunciase pocos!".
Navalni fue el enemigo número uno de Putin
El opositor siempre trataba de mostrarse optimista. "Sé que las tinieblas desaparecerán, que ganaremos, que Rusia se convertirá en un país pacífico, luminoso y feliz", escribió en junio de 2023.
A lo largo de doce años, el abogado Navalni, que durante un tiempo fue muy próximo al nacionalismo, se consolidó como el detractor número uno de Putin y de su "partido de ladrones y estafadores", como solía describirlo.
Primero se dio a conocer ayudando a organizar grandes manifestaciones de oposición, en 2011 y 2012, que finalmente fueron reprimidas.
En 2013, quedó segundo en las elecciones municipales de Moscú, un logro que impulsó su visibilidad.
Opositor ganó notoriedad en redes sociales
Navalni, acosado por las autoridades e ignorado por los medios de comunicación oficiales, construyó en los años 2010 una notoriedad en internet y en las redes, gracias a la difusión de investigaciones en vídeo virales que denunciaban la corrupción del poder ruso.
Por el contrario, Vladimir Putin se negaba incluso a pronunciar su nombre.
Navalni consiguió afianzar una base entre la juventud rusa, urbana y conectada, pero su popularidad a escala nacional y entre generaciones permaneció muy limitada.
Navalni, un ave fénix tras envenenamiento
Fue envenenado en agosto de 2020 en Siberia con un agente tóxico de la familia Novichok, en plena campaña para las elecciones regionales.
Alexéi Navalni se recuperó en Alemania y protagonizó un gran regreso en diciembre de 2020, cuando tendió una trampa a un agente ruso que admitió, por teléfono, que los servicios secretos estaban detrás de su envenenamiento.
En enero de 2021 volvió a Rusia cual ave fénix para desafiar al líder ruso. Fue entonces que recibió apoyo de todos los opositores e incluso se volvió una celebridad fuera de su país.
Sin embargo, fue detenido en cuanto llegó al aeropuerto, ante las cámaras de todo el mundo. Las autoridades aprovecharon su negativa de presentase ante la autoridades por un antiguo caso penal y lo enviaron a prisión.