Confirman 13 muertos y 8 heridos en penal de Cadereyta
Los disturbios que se registraron en el penal de Cadereyta, entre las 23:30 horas del lunes y las 17 horas de este martes, dejaron un saldo de al menos 13 reos muertos, pero la cifra podría aumentar ya que hay ocho internos gravemente heridos, y un sinnúmero con golpes y lesiones menores, informó el vocero de Seguridad del Gobierno de Nuevo León, Aldo Fasci Zuazua.
La información dada a conocer por Fasci Zuazua, a las ocho de la noche de este día, se difundió apenas tres horas después de que el secretario General de Gobierno, Manuel González Flores, había señalado en rueda de prensa en el mismo reclusorio, que el saldo había sido "casi blanco", al reportar sólo un muerto "no localizado hasta ese momento y ocho lesionados, sólo uno de gravedad.
Con este nuevo motín en el penal de Cadereyta, en apenas dos años y seis días del gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, las matanzas que se han registrado en los tres penales de la entidad, agregando los de Apodaca y Topo Chico, elevan a 71 la cifra de muertos, y sobrepasan el centenar de heridos.
El diez-once de febrero de 2016, ocurrió la que hasta hoy es la peor masacre en la historia de los reclusorios del país, en el penal del Topo Chico, cuando murieron 49 internos y 34 resultaron heridos.
A las cinco de la tarde, el secretario general de Gobierno había planteado una situación totalmente distinta a la que detallaría a las ocho de la noche, el vocero de seguridad, Aldo Fasci, sobre los disturbios iniciaron alrededor de las 23.30 horas del lunes, y luego de una aparente calma, continuaron en la madrugada y se recrudecieron la mañana de este martes.
Según González Flores, el saldo había sido de sólo un interno muerto, aunque todavía no estaba confirmado; había otros seis lesionados; y también heridos dos policías de Fuerza Civil, uno de ellos de gravedad.
Aseguró que el cuerpo del reo que murió durante el amotinamiento, y cuya identidad se desconocía hasta esa hora, no había sido localizado, aunque se estaba buscando en "todos los rincones".
El funcionario aseveró que los problemas ocurrieron porque los internos secuestraron a tres custodios del centro penitenciario, en reclamo a mejores condiciones en el penal, como mejor comida. Sin embargo, familiares de los reos señalaron que la protesta era porque las autoridades penitenciarias pretenden llevar gente de la banda de los Zetas, para controlar el reclusorio.
Desde la parte exterior del penal podía observarse sobre la pared de uno de los ambulatorios, una manta blanca donde destacaba en letras rojas la leyenda: "No queremos al director Z".