Los libros se han convertido en su refugio y escapatoria, es la forma posible de viajar y conocer nuevos mundos, al menos para los internos del penal de La Mesa, ubicada en Tijuana, Baja California.
"Leen porque es una forma de mirar hacia a fuera de las celdas, es su forma de conectar con otra realidad", explica Jesús Valenzuela, perito en psicología, quien trabaja con los internos de esta penitenciaria.
Instaurado desde 1979 en homenaje al natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, cada 12 de noviembre se festeja en México el Día Nacional del Libro. En Tijuana, en octubre de 2017 se abrió esta biblioteca para que hombres y mujeres tuvieran acceso a 4 mil 500 títulos, y que ahora superan los 5 mil ejemplares.
La lectura es parte de la terapia, dijo, devoran las páginas de cualquier título, puede ser una novela, o un libro de auto-superación, no es importante, porque al final es un mensaje que llega directo a la mente de un lector receptivo.
"No hay mejor lector, porque ahí en esas cuatro paredes y con el tiempo medido, en medio del silencio, es donde hay mayor posibilidad de concentración", explicó el psicólogo que ha trabajado con hombres, mujeres y menores de edad internos, "puede ser uno, dos, tres o cualquier cantidad de libros por semana, tienen todo darse todo el tiempo para disfrutarlos".
Desde hace un año hombres y mujeres tienen acceso a una librería que fue inaugurada en octubre de 2017 con un padrón de 4 mil 500 libros, y que ya supera los 5 mil ejemplares. Es un espacio al que tanto hombres y mujeres que purgan una condena tienen acceso no solo como una actividad de lectura, sino como un acceso a la libertad de la que no gozan, como una alternativa para vivir otra realidad y reconstruir su propio espacio.
"Un libro te da una libertad que no puedes tener de otra manera", asegura Dolores, una de las internas que se encarga de la librería, "antes no había abierto un libro pero aquí, irónicamente, hasta terminé la secundaria, es otra forma de ver la vida".
Prefiere no dar su apellido pero dice que no le avergüenza aprender a ser una persona distinta. No solo le gusta leer, aprendió a hacerlo estando dentro de la prisión, fue uno de los gustos adquiridos a partir de los talleres y actividades que realizan voluntarios en esa cárcel.
"Un libro nos abre la puerta a un mundo al que no tenemos acceso, porque estamos aquí en estas circunstancias", dijo mientras abrazaba uno de los miles de libros que fueron colocados en los estantes durante la inauguración de la librería, los cuales ahora están al alcance de los casi 4 mil internos, hombres y mujeres, que hay en esa prisión. El azul claro de las paredes de la librería contrasta con el gris de las celdas, además tienen sillones de piel color negro y no solo concreto. Algún par de cartulinas y pósters fueron colocados entre los libreros, con mensajes claros sobre la superación.
La directora del Instituto Municipal de Artes y Cultura (IMAC) en Tijuana, Haydee Zavala, dijo que los libros pueden convertirse en una fortaleza para la resiliencia de los hombres y mujeres que viven meses e incluso años tras los muros y rejas de una prisión de concreto.
Advierte que los paisajes de Rulfo, las batallas de Pacheco o las historias de amor y desventura que hay en la literatura universal; o los mensajes de esperanza y de osadía que hay en "El Conde de Montecristo", son aún más necesarios cuando la libertad solo se halla en libros. Además explica que el proyecto de la librería, encabezado por la Fundación Rebeca Lan, mediante el programa "Atrévete a creer en ti", no solo consiste en traer los libros y la instalación del espacio, va más allá del sitio porque además comenzarán una serie de círculos de lectura para fomentar la actividad entre las compañeras. El subsecretario del Sistema Penitenciario de Baja California, David Limón Grijalva, aseguró que darles la oportunidad de mirarse en otros ojos y en otras palabras, es darles una opción más en el mundo y en la sociedad. Pensar que a pesar de los errores la gente puede re-aprender o cambiar, es parte de la mística qué sigue el programa de reinserción social, porque la visión sobre los internos es con entender la falta de oportunidades y cómo eso incide en las acciones del ser humano. "Esta es la verdadera importancia de la educación porque hay un porcentaje muy alto de los internos que están aquí, y que no tuvieron educación", advierte el funcionario.