Como consecuencia de un presunto "exorcismo", practicado por una persona que se decía curandero en Apatzingán, un niño de 9 años murió el pasado fin de semana producto de un daño en las cervicales.
El autor del crimen ya fue detenido por la Procuraduría General de Justicia del estado y se le acusa de homicidio calificado.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes en la casa del niño, ubicada en la colonia Pénjamo, de la cabecera municipal de Apatzingán.
De acuerdo con las primeras investigaciones, días antes de su muerte el menor se quejó de molestias estomacales por lo que los padres del niño pidieron a Gilberto H., ahora imputado, asistir a su domicilio y éste les dijo que lo que requería era un "exorcismo".
La Carpeta de Investigación indica que el menor fue tratado por el presunto curandero en una habitación, mientras que sus padres esperaban afuera. Luego de escuchar golpes, los papás ingresaron a la habitación y vieron que el niño se encontraba inconsciente, por lo que pidieron el apoyo de las autoridades.
De acuerdo con las pruebas, el imputado le generó diversas lesiones a la víctima cuando supuestamente practicaba el "exorcismo", principalmente en las cervicales.
La PGJE estableció la posible responsabilidad de Gilberto H. y solicitó la orden de aprehensión en su contra, la cual fue cumplimentada por personal de la Fiscalía Regional. Fue presentado ante el juez de control y espera se resuelva su situación jurídica por su relación en el delito de homicidio calificado.
El padre del menor es gerente en una tienda de cosméticos y artículos de belleza para mujeres y la mamá es intendente en un centro de salud de esa localidad.
“Jesús nos va a llevar a todos, vienen más guerras”, gritaba Minga, uno de los espíritus que aparentemente atormentaba a una joven de 16 años, mientras era exorcizada y una cámara grababa todo lo que sucedía.
La historia de Gina, como pidió ser identificada, tomó lugar en 1991. El Vaticano permitió que se transmitiera un capítulo en el programa 20/20 de la cadena ABC de Estados Unidos en donde se practicaba un exorcismo en una joven colombiana que, supuestamente, llevaba un tiempo siendo atormentada por varios demonios que se habían adueñado de su cuerpo.
Gina estaba restringida a una silla y las tres cruces que colgaban de su cuello se movían bruscamente mientras ella, o los demonios que tenía adentro, intentaban salir del lugar.
Algunas de las palabras que gritaba eran en lenguas que nadie más que ella entendía. “No quiero irme”, también se le escuchó decir en una voz más gruesa que la propia.
Con un crucifijo que parecía querer atravesarle la frente a Gina, el ‘Padre A’, como prefirió ser llamado, rezaba en latín las palabras que sólo él y algunos otros miembros de la Iglesia conocen y que son necesarias para liberar el cuerpo de una persona que esté sometida a un demonio, mientras la joven se quejaba porque, al parecer, este le quemaba.
Gina sacaba la lengua, gritaba, se movía bruscamente e intentaba liberarse de las gotas de agua bendita que una monja le echaba durante las oraciones.
Minga –el demonio que Gina había identificado como una mujer de baja estatura– hablaba como una niña pequeña y Zien –el demonio que era de la selva africana– repetía “Santali bukatalafayat”, como reportó EL TIEMPO en su momento.
“No dañes a esta persona ni a nadie más que se encuentre en este lugar”, le advertía el padre a las entidades demoníacas que atormentaban a la menor. Ella entre risas y gestos de rabia se intentaba librar de las muchas manos que la mantenían sentada.
“¡En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!”, repitió tres veces con fervor el religioso con el crucifijo en la frente de Gina, cuyo rostro comenzó a pasar de una furia intensa a una sonrisa tranquila.
Al parecer, su alma estaba sanada y los demonios habían dejado su cuerpo.
“Besa el crucifijo”, le exigió el religioso y la menor lo hizo. Como si hace unos minutos no hubiera estado en medio de un exorcismo, Gina se paró para abrazar a las personas que la acompañaron en el ritual y parecía que se trataba de una persona completamente diferente.
¿Endemoniada o un paciente siquiátrico?
Antes de que la madre de Gina decidiera hacerle un exorcismo a su hija, recurrió a la ayuda de varios médicos.
Gina comenzó a presentar episodios con los cuales su personalidad cambiaba repentinamente. Escupía, vomitaba y su mamá incluso aseguró en ese momento que había escuchado hablar a la joven en lenguas extrañas.
Debido a esto, Gina se convirtió en paciente siquiátrica del Miami Children’s Hospital, en donde Warren Schlange, el director del programa de ese momento, la diagnosticó con episodios sicóticos que explicarían el porqué de las voces o las visiones de “personas muertas o demonios” que ella decía tener.
Sin embargo, la intervención siquiátrica no la ayudó. En sus momentos de lucidez también estaba convencida de que se trataba de entidades demoníacas. “No eran cosas humanas, era el diablo”, le comentó en algún momento Felisa, madre de Gina, a la prensa.
Debido a sus creencias, Felisa recurrió a la Iglesia –sin el consentimiento del médico que trataba a su hija–, quienes le advirtieron que Gina podría estar siendo víctima de una posesión.
Los castigos de Dios
Según lo explicó en el mismo documental el reverendo James LeBar, quien tenía gran conocimiento en cuanto a exorcismos, hay cuatro señales principales para identificar a una persona que ha sido poseída: “mucha fuerza, levitación, clarividencia, hablar en idiomas que nunca estudiaron”.
La mujer hizo todas estas cosas excepto la levitación, aunque su madre aseguró que en algún momento la había visto ser lanzada desde su cama a otra parte de la habitación.
Pero no todos los miembros de la Iglesia estuvieron de acuerdo con que se transmitiera este exorcismo en Estados Unidos. El padre LeBar explicó que esto se hizo con la intención de que las personas entendieran que sí hay presencias malignas en el mundo, por lo que es necesario que se acerquen a Dios.
“Muchas personas no comparten las creencias de la Iglesia de que el diablo es real. Esperamos que esto cambie algunas mentes”, comentó en su momento el padre a la revista ‘People’, después de que el exorcismo fuera un éxito en televisión con 29 millones de espectadores estadounidenses.
A pesar de ello, otros miembros de la Iglesia creían que el ritual debía realizarse de manera privada y que viralizarlo de esa manera también lo volvía algo banal, cuando realmente era un proceso difícil tanto para la persona que padecía la posesión como para su familia, e incluso el mismo padre que realizara el exorcismo.
En dos hechos sucedidos en California, cuatro niños latinos han muerto a manos de su padres por supuestas posesiones demoníacas de los menores.
Arely Proctor Hernández, de 3 años, murió asfixiada en medio de un supuesto ritual de exorcismo en el que participó su mamá, Claudia Hernández, en una iglesia en San José, al norte de California.
La menor murió después de que su madre, su tío y su abuelo la sometieron a "abusos" en septiembre pasado, según la Oficina del Fiscal del condado de Santa Clara.
Hernández, de 25 años, llevó a la niña a la iglesia creyendo que estaba poseída por un demonio ya que a veces se despertaba por la noche gritando o llorando.
Según los testimonios recolectados por la policía, los tres adultos retuvieron a la niña durante cerca de 12 horas, y la madre le apretó el cuello durante el exorcismo.
Nadie llamó al servicio de emergencia hasta al menos dos horas después de su muerte. La oficina del médico forense concluyó que la causa de la muerte fue asfixia
Una mujer de Missouri fue acusada de matar a su novio con una espada durante la Nochebuena.
Brittany Wilson, de 32 años, fue encontrada el viernes en la noche con la ropa ensangrentada afuera de la casa que compartía con su novio, y sobre el jardín delantero había una espada, indicó la policía de Cape Girardeau. Esta ciudad se ubica en el sureste de Missouri, unos 185 kilómetros al sur de San Luis.
La televisora KFVS informó que una mujer había llamado a la policía el viernes poco después de las 11 de la noche para reportar que había matado a su novio con una espada.
Luego de arrestar a Wilson, los agentes ingresaron a la vivienda y encontraron a su novio, Harrison Stephen Foster, de 34 años, sin vida y con varias heridas recientes de arma punzocortante.
Wilson le dijo a la policía que ella y Foster habían consumido metanfetaminas horas antes. También les comentó a los investigadores que ella creía que su novio tenía varias entidades malignas viviendo en su cuerpo y que lo estaba liberando al enterrarle el arma.
La mujer se encontraba detenida el domingo. Se le fijó una fianza de dos millones de dólares y fue acusada de homicidio en primer grado y de acción criminal armada. Se desconoce si tiene un abogado.
Un ministro de Nueva Jersey acusado de agredir sexualmente a sus feligreses ha lanzado una defensa creativa: afirma que les estaba chupando demonios al realizarles una felación.
El reverendo Dr. William Weaver, de 69 años, enfrenta una demanda de cuatro ex feligreses, tres hombres y una mujer, que afirmaban que el ministro presbiteriano los agredió sexualmente cuando acudieron a él para recibir asesoramiento espiritual el pasado 22 de julio de 2019. Los documentos obtenidos por Newsweek revelaron que durante las sesiones de asesoramiento Weaver le pidió a los tres hombres que se desnudaran y se acostaran. Luego colocaría una moneda de ángel en sus cabezas, así como piedras sagradas en sus manos y tobillos, antes de practicarles sexo oral.
Weaver supuestamente le dijo a sus víctimas que necesitaba «chupar» a los demonios a través de su semen y que el ritual había venido de la tradición de los nativos americanos. Al menos una víctima también informó que Weaver lo besó en la boca durante la «ceremonia».
Al 9 de junio de 2020, el ex-ministro se ha negado a disputar los reclamos presentados contra él en los tribunales.
La demanda por las cinco personas en dos casos separados que se desarrollan en los condados de Middlesex y Union sigue en pie.
Weaver incumplió en ambos casos.
«No está disputando los reclamos, no está disputando el caso», dijo el abogado de Toms River, Robert Fuggi, quien representa a los demandantes en ambas demandas. «Podremos seguir adelante y emitir un juicio en su contra».
La demanda también nombra a la Iglesia Presbiteriana de Linden, la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) Y el Presbiterio Elizabeth con sede en Plainfield, que supervisa 41 iglesias presbiterianas en los condados de Hunterdon, Middlesex, Somerset y Union.
A diferencia de Weaver, las entidades de la iglesia respondieron a las demandas y negaron las acusaciones en los documentos de la corte.
El padre y el hermano de Eddie, el menor de 16 años que murió al enfrentarse a policías estatales el 18 de julio luego de que asaltó a varios comensales de un puesto de comida, en complicidad con otros jóvenes, en la colonia Jardines de Santa Clara, fueron detenidos por el delito de robo con violencia.
Elementos de la Fiscalía General de Justicia (FGJEM) y de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SS) los arrestaron la colonia Granjas Valle de Guadalupe, en este municipio mexiquense.
Los dos implicados fueron identificados como David René "N", de 45 años, y Edwin David "N", de 24, quienes tenían una orden de aprehensión vigente por ese ilícito ocurrido en Ecatepec.
La Fiscalía mexiquense informó en un comunicado que los dos fueron detenidos durante un cateo realizado en un inmueble de la colonia Granjas Valle de Guadalupe, Sección B1.
Un juez del Distrito Judicial de Ecatepec otorgó la orden que fue solicitada por el agente del Ministerio Público.
"David René "N" y Edwin David "N" son padre y hermano, respectivamente, de un joven de 16 años de edad, quien falleció durante un enfrentamiento con elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, después que habría asaltado a los comensales y trabajadores de dos puestos de comida, en el camellón de la avenida R1, en la colonia Jardines de Santa Clara", dice el comunicado.
Según la corporación, durante el funeral de su hermano, Edwin David "N" habría accionado armas de grueso calibre y dicho públicamente que cobraría venganza en contra de los elementos policiales que causaron la muerte a su hermano.
El 18 de julio, después de que Eddie había resultado lesionado y quedó tendido en el suelo, donde fue agredido por las víctimas a las que despojó de sus pertenencias, según mostró un video que se difundió en redes sociales, su padre llegó para verlo morir.
Después de que su hijo murió, David René lloró y abrazó el cuerpo de Eddie frente a los policías y comensales que lo habían golpeado antes de que muriera.
Autoridades mexiquenses pidieron a la población que en caso de que reconozcan a los detenidos, los denuncien por si cometieron algún otro delito.