Lomas del Rubí en el abandono
En seguimiento a las dificultades que viven los residentes de Lomas del Rubí, la señora María Trinidad González Cisneros, quien perdió su casa en el deslizamiento de tierra el pasado 4 de febrero en Lomas del Rubí, comentó que ya no tiene dinero para poder rentar un sitio dónde vivir con su esposo.
Afirmó que como a varios de los residentes, el Ayuntamiento de Tijuana le brindó el apoyo de 15 mil pesos, pero como ya transcurrieron casi 5 meses del acontecimiento, ya no cuenta con ese dinero para solventar los gastos.
La señora de la tercera edad, mencionó que no puede trabajar porque tiene dificultades para caminar debido a un dolor en la columna, y su esposo se encuentra en mal estado de salud, por ello es que no se puede levantar de la cama.
María Trinidad, expresó su tristeza por no contar con la solvencia económica cuando ella no tenía que pagar renta, ya que la propiedad era de ella y de su esposo, lo cual agregó que sólo se preocupaban por pagar los servicios básicos como la luz y el agua.
Las personas que están manifestándose, se encuentran en Palacio Municipal en una carpa con carteles, La mayoría de ellos son de la tercera edad y confirmaron que tenían años viviendo en sus terrenos.
Como esta historia, hay muchas más como la de la Señora Rafaela González, quien de igual manera perdió su casa y debido a que se encuentra indispuesta a trabajar como también su esposo, ella vende ropa en una esquina de la Colonia Lomas del Rubí para poder comer, sin embargo, su preocupación es de que ya no tiene dinero para poder pagar la renta.
Algunos tienen la fortuna de poderse quedar con familiares, pero otros no tienen con quién quedarse.
Los vecinos comentaron que seguirán en manifestación permanente para que el gobierno municipal y estatal agilicen los recursos necesarios tanto de documentos para recuperar sus propiedades como de apoyo económico en lo que se resuelve el proceso, porque ellos no tenían la necesidad de estar pagando una mensualidad.
“Tantos años de construir mi casita con un patio grande con huerto y ahora estoy con mi esposo en un cuartito donde tenemos que preocuparnos por pagar renta cada mes. No tenemos familia en Tijuana, sólo nos tenemos el uno al otro”, expuso la señora Rafaela.