Al cumplirse dos tercios de su administración, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, considera que su proyecto de refundar el estado se ha consolidado en 80%, a pesar de la irrupción de la pandemia y de que la administración anterior, la del priista Aristóteles Sandoval, entregó el gobierno a la delincuencia organizada.
En entrevista con EL UNIVERSAL, señala que su único futuro político pasa por una candidatura presidencial, pero tomar esa decisión, dice, es personal y dependerá en buena medida de si Movimiento Ciudadano (MC) logra construir un frente opositor que no se base en una “absurda” alianza PAN-PRI
El político jalisciense considera que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha cumplido con destruir el viejo régimen, pero se ha extraviado y no ha logrado sentar las bases del nuevo, por lo que el país no tiene rumbo.
¿Hasta qué punto está consolidada la refundación de Jalisco?
—Tuvimos que tomar un camino distinto al que habíamos imaginado al inicio, que era el de convocar un Constituyente y poder diseñar un nuevo acuerdo social para el estado desde la Constitución local, porque se nos vino la pandemia; el Covid cambió la estrategia de trabajo que nos habíamos planteado para los seis años, pero en general puedo decir que ese realineamiento de proyectos, ideas y de conceptos nos permitió avanzar también en la refundación del estado, pero por otro camino, el de un nuevo arreglo institucional que ha permitido consolidar proyectos de educación, de salud, de seguridad, culturales y, sobre todo, una apuesta en materia de infraestructura que sin duda hoy le dan rumbo a Jalisco.
Diría que, en general, si tuviera que establecer un porcentaje de avance, creo que vamos como a 80%, con la ventaja de que los grandes temas que estaban atorados hoy están caminando. Creo que estamos en condiciones para pensar que al final de 2023 las grandes apuestas del gobierno estarán prácticamente aterrizadas.
¿En qué va la revisión que propuso del pacto fiscal?
—En Jalisco ha seguido caminando, los demás estados han ido soltando esa agenda, creo que un poco por miedo, por sometimiento a la Federación, pero Jalisco logró hacer su consulta pública en la que participó casi medio millón de jaliscienses, con un resultado contundente de 98% de apoyo a la idea de revisar los términos del pacto fiscal; después de la consulta se aprobó la reforma constitucional que establece la obligación para Jalisco de revisar cada seis años los términos de esos convenios, y tercero, se instaló ya la mesa técnica para tener la propuesta a finales de noviembre lista para llevarla con el Presidente y con la Secretaría de Hacienda y plantear la idea de un nuevo acuerdo fiscal de Jalisco con la Federación, a partir de eso tomaremos una decisión sobre nuestra permanencia en ese convenio.
Hace unos días dijo que no entregaría el gobierno al crimen organizado, como se hizo en el pasado. ¿A quién se refiere?
— Me refiero a cuando menos el gobierno anterior, si no es que incluso antes. Lo que recibimos cuando llegamos es una estructura en materia de seguridad totalmente entregada, doblada, y un estado en el que no se distinguía la raya que divide a los buenos de los malos. Eso se corrigió, no ha sido sencillo, pero estoy muy tranquilo de poder decir que en este gobierno hemos estado del lado correcto y que no se platica, no se negocia, no se pacta con delincuentes.
En junio de 2020 declaró que la fiscalía estatal estaba infiltrada por el crimen organizado. ¿Ya se logró limpiar totalmente?
— No creo, yo creo que son procesos largos y complejos, hemos avanzado de manera muy importante, pero sería ingenuo pensar que hemos logrado depurar todas las corporaciones 100%; seguramente hay todavía más elementos, pero las detenciones que hemos hecho en policías municipales, en las propias corporaciones del estado, creo que han mandado el mensaje correcto de que aquellos elementos que no entiendan su función y que negocien con criminales, pues van a tener que afrontar las consecuencias de sus actos.
¿Se ve como candidato a la Presidencia de la República?
—Tengo claro que el siguiente paso de mi carrera política tiene como única posibilidad ser candidato a la Presidencia, no aspiro a ser senador, a ser diputado, no aspiro a ser embajador, tengo claro lo que me tocaría hacer, pero lo que no he decidido es si voy a ser candidato. Más allá de un asunto interno de Movimiento Ciudadano, lo que hace falta entender es si habrá un proyecto por el que valga la pena involucrarse, si somos capaces en la oposición de articular una estrategia para obtener condiciones para competir; ser candidato para hacer un papel testimonial no está en mi agenda de interés. No estoy en la búsqueda de una candidatura, estoy listo para jugar el papel que me toque, me siento con la formación y la preparación necesaria para poder ser parte de un proyecto de país, soy un hombre que es dueño de sus decisiones, no dependo de nadie más y estoy pensando que en cuatro o cinco meses estaré tomando una decisión al respecto.
¿MC tendría que construir una alianza?
— Yo lo que creo es que el Movimiento Ciudadano tiene que estar abierto al diálogo y a la posibilidad de construir el mejor modelo para competir en 2024; creo que una alianza PRI-PAN como plataforma para competir es algo totalmente absurdo, ahí no estaríamos, pero si Movimiento Ciudadano puede ser parte de la construcción de un frente opositor de otra naturaleza, no construido en el escritorio de los dirigentes nacionales, sino como producto de un ejercicio de acuerdo, de planteamiento de una visión sobre el rumbo del país en torno al cual nos articulamos todos, yo creo que sí se podría construir un frente opositor, pero no a partir de la alianza o de lo peor de la política de este país.
¿Considera que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha cumplido las expectativas de quienes votaron por él?
—Yo creo que Andrés Manuel ha cumplido con el objetivo de desmantelar el viejo régimen. El problema es que después de desmantelarlo, ¿cuál es el nuevo régimen?, y en esa parte creo que el proyecto del Presidente no tiene rumbo, está extraviado, está ya secuestrado por la sucesión presidencial y me parece que está muy lejos de consolidarse como una alternativa para los mexicanos. No es menor el hecho de que al ganar la elección de 2018 haya tomado la decisión de destruir un sistema que ya no daba para más, pero creo que el gobierno de Andrés Manuel se ha quedado muy corto en la tarea de construir una alternativa, no ha construido las bases de lo que viene y este país no puede seguir navegando sin rumbo.