VIDEOS: Con frustración, golpean ventanas de Palacio Nacional
Colectivos de mujeres feministas se reunieron esta mañana de martes en Palacio Nacional para exigir justicia por el feminicidio de la niña Fátima.
Las mujeres guardaron un minuto de silencio y con pintas reclamaron al presidente Andrés Manuel López Obrador la respuesta de su gobierno ante la violencia contra las mujeres.
Con consignas como: "¡Wey, la pared, no pintemos la pared! Se debe reconocer la violencia hacia las mujeres, no estamos solas y por una gritaremos todas, protestaremos todas!", "No que no, sí que sí, ya volvimos a salir" y "Las mujeres que asesinaste no morirán", el grupo de mujeres llamó al presidente a reconocer que su gobierno no tiene una estrategia que defienda a las mujeres y no las violente ni criminalice cuando son víctimas de feminicidio.
En algunas de las consignas que escribieron en Palacio Nacional se puede leer "Chile presente". Ante ello, una joven de nombre Patricia confirmó que hubo mujeres chilenas en la protesta.
"Estuvieron aquí hermanas chilenas que apoyan nuestra causa, ir en contra del feminicidio y de la violencia contra las mujeres traspasa fronteras", dijo la manifestante.
Algunas manifestantes llevaron carteles con mensajes como: "Moralizar no es la solución", #MásPolíticasMenosSermones, #JusticiaParaFátima, "Basta de tanta impunidad", "Nos están violando", "Nos están desapareciendo" y "Nos están matando". Otros tenían los nombres de algunas de las víctimas de feminicidio como Ingrid Escamilla y Lesvy.
"Se nos juzga por la ropa que usamos, por las parejas que elegimos, por la hora en la que salimos, Fátima era una niña y la culpable ahora es su mamá, siempre es culpa de la mujer ser asesinada, violada y no es justo que el gobierno ni siquiera lo reconozca", expresó Erica.
Vecinos recuerdan a Fátima, víctima de feminicidio
Alegre, sonriente, feliz, rebelde, "muy vaga" y platicadora, es como los vecinos de Fátima la recuerdan. Su asesinato despertó a toda la comunidad de San Sebastián en la alcaldía Xochimilco.
Colectivos, organizaciones civiles y gente que no la conocía llegó a su pequeña casa a darle muestras de apoyo a su familia. Unos llegaron con despensas, otros con dinero, el resto, puso sus manos para limpiar el lugar donde sería velada.
La pequeña vivía con su familia en una condición precaria. Dos adultos y tres niños vivían en un cuarto de no más de 10 metros cuadrados ubicado en la calle María Dolores Obregón.