''Como perro, no lo vamos a poder velar, lo van a cremar directo''
Carlos "N", de 39 años, trabajaba para una tienda de calzado, era cobrador en los municipios de Guaymas y Empalme. Él siguió laborando aun en tiempo de confinamiento obligatorio. El pasado 21 de abril murió infectado de Covid-19, según el reporte de la Secretaría de Salud de Sonora.
Por redes sociales, habitantes de ambos municipios han manifestado temor por la cantidad de personas con las que Carlos entró en contacto cuando tenía la enfermedad.
A través de varios videos que subió a redes sociales, Annita Beltrán, cuñada de Carlos, lamenta que la pandemia, aparte de enlutar a su familia, la ha hecho víctima de discriminación por ciudadanos que amenazan con bañarlos en cloro. Y denuncia la forma en que su familiar fue atendido en el Seguro Social desde que empezó a sentirse mal.
Narra que la tarde del 15 de abril, el gestor en cobranza en Guaymas acudió a Urgencias del IMSS con tos seca, tenía varios días de sentirse mal, con dolor muscular, de cabeza y alergia sin flujo nasal. Le diagnosticaron gripe.
Carlos, padre de tres menores y un adolescente, siguió trabajando, pero continuaba sintiéndose mal.
El viernes 17 regresó al Seguro Social porque ya le dolía la garganta y continuaba con los otros síntomas; le diagnosticaron faringitis. Por la noche empezó a tener fiebre y delirios; el sábado 18 presentó dificultad para respirar.
"El domingo 19 siguió trabajando, pero ya tenía muy afectados los pulmones; lo nebulizamos", narra Annita Beltrán.
Al agravarse los síntomas, el lunes 20 un amigo doctor le recomendó llamar a una ambulancia, llegaron los socorristas y Carlos salió por su propio pie, pero metros antes de llegar al vehículo se desplomó. Le dieron reanimación cardiopulmonar y le pidió la mano a su esposa. Le dijo que no lo dejara solo.
Alrededor de las 9:10 horas lo ingresaron al hospital por el área de Urgencias. Su esposa le dejó un celular para que se comunicara con su familia. A las 13:00 horas le hicieron análisis, pero no dieron informes.
Fue trasladado al hospital del IMSS de Ciudad Obregón, y en las primeras horas del día 21 se notificó a los familiares que Carlos había muerto; sus restos debían ser cremados en la Funeraria San Martín.
Maltrato. Las pertenencias de Carlos, entre ellas una cartera, un celular y un reloj, se quedaron en el hospital de Guaymas y no hay quien responda por ellas.
"Como perro, no lo vamos a poder velar, lo van a cremar directo", dijo la mujer llorando, al expresar cuánto le duele. El acta de defunción dice probable Covid-19.
El deceso por coronavirus fue confirmado por el secretario de Salud de Sonora, Enrique Clausen, en su reporte nocturno sobre la actualización de situación que prevalece ante la pandemia.
Es "un hombre derechohabiente del IMSS de 39 años, residente de Guaymas, sin enfermedades previas conocidas y sin viajes fuera del estado, inició síntomas el 9 de abril, con cuadro respiratorio que evolucionó hacia la gravedad, requiriendo hospitalización el día 20 de abril en la unidad de medicina de alta especialidad del IMSS, donde tuvo poca respuesta al tratamiento, falleciendo pocas horas después de su ingreso", dijo el funcionario.
"Todo esto se habría evitado si le hubieran hecho una prueba a tiempo, pero primero lo cremaron y después lo mandaron a analizar al Laboratorio Estatal de Salud Pública", expresa Annita Beltrán. Añade que toda la familia de esa casa —10 personas— se encuentra en cuarentena y presenta síntomas, pero sólo a ella le tomaron muestra. Salió positiva.
"No voy a poder besar a mis hijos en 14 días, si la libro, que esperemos que sí, si no paso esto les encargo a mis hijos", expresa.
Por su parte, Judith, esposa de Carlos, difundió a través de un video que también subió a las redes sociales que es positiva a Covid-19, y entre risas dice que no se pondrá triste y que si le tienen asco, ni modo.
A través de las redes sociales, los guaymenses exigen que las autoridades brinden apoyo sicológico y custodia a la familia para que cumpla el aislamiento. Además, exigen seguir la línea de posibles contagiados, pues Carlos visitó varios domicilios cuando ya tenía el virus.