Comunidad LGBT+ protesta en Cancún, Playa del Carmen y Chetumal contra crímenes
La actividad pacífica fue detonada por el reciente homicidio de un joven de la comunidad
Con 58 crímenes de odio a cuestas, entre el 2011 y el 2018 e innumerables solicitudes a gobiernos y autoridades para frenar los asesinatos por orientación sexual o identidad sexogenérica, integrantes de la comunidad LGBT+ protestaron hoy paralelamente en Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, así como en la representación del gobierno de Quintana Roo en la Ciudad de México, para exigir políticas públicas que prevengan la discriminación y este tipo de homicidios.
La actividad pacífica fue detonada por el reciente homicidio de un joven de la comunidad diversa, quien fue torturado, asesinado y quemado dentro de su domicilio, el pasado cinco de junio en Cancún, luego de dar a conocer su condición serológica, crimen que estremeció a la comunidad.
“Pese a los avances, llevamos 58 asesinatos a personas de nuestra comunidad, crímenes de odio, solo por ser personas LGBTQ+. No podemos permitir que en Quintana Roo sigan pasando estas cosas. Esta manifestación busca hacerle saber a la comunidad local que no vamos a permitir que esto siga pasando. Hemos metido iniciativas de ley para tratar que los crímenes de odio sean tipificados”, expresaron.
Sin embargo, aclararon que en dos ocasiones este tipo de iniciativas han sido desechadas por la Legislatura en turno.
En esta ciudad, integrantes de la Red de Activistas LGBT+ manifestaron que la mayoría de los crímenes de odio que obran en registros periodísticos y de informes elaborados por organizaciones como Círculo Social Igualitario, no han sido resueltos.
“No más odio, queremos vivir, no más odio, queremos vivir”, expresaban, reunidas y reunidos en pareja, en grupos o en solitarios, con pancartas o banderas del arcoíris que representa la diversidad sexual o de otros colores, que identifican a las personas trans o bisexuales.
Además de las consignas, se formó un círculo en el que mujeres, hombres y personas trans compartieron sus experiencias.
Ahí, expresaron que no solo son víctimas de homicidio, sino de discriminación en establecimientos privados, instituciones públicas, abusos policiacos, expulsión dentro del hogar, mofas o incluso, violencia institucional en la Secretaría de Salud o en los registros civiles, aun cuando el matrimonio entre personas del mismo sexo está permitido en la entidad.
“De manera urgente, solicitamos al gobierno de Quintana Roo y todas las dependencias de éste, que inicien inmediatamente acciones encaminadas a erradicar esta violencia y discriminación contra las personas LGBTTTIQA+. El abandono institucional al que nos hemos visto sujetas y sujetos debe parar.
“Al Congreso de Quintana Roo le solicitamos comience a legislar con perspectiva de género, derechos humanos y diversidad sexual, específicamente que se tipifiquen los crímenes de odio en el Código Penal del estado; a la Fiscalía General le exigimos que cumplan con los protocolos de atención a personas LGBT+ y a Seguridad Pública que pare el abuso por parte de la policía”, manifestaron.
Una pareja de mujeres que recién arribó a Cancún dijo que constantemente se sienten observadas, juzgadas, hostigadas; un joven trans, que apenas se asumió como tal, compartió que una semana atrás se atrevió a usar una peluca y se sintió feliz de poder expresar su verdadera identidad.
Un joven denunció que afuera del bar 11:11, en el centro de la ciudad, fue abordado por un tipo, quien le coqueteó y le ofreció ir a su casa, pero luego aparecieron dos hombres que lo golpearon, lo arrojaron al piso, lo patearon y le robaron todas sus pertenencias, lo cual es una práctica que se ha vuelto común.
Otro joven instó a la comunidad a involucrarse y participar más en esos eventos y una pareja de mujeres relató que durante su enlace matrimonial, en el registro civil de Cancún, en todo momento la jueza se refirió a ellas en sentido masculino, pese a que la corrigieron en diversos momentos.
Con dos velas al centro del círculo, expresaron su deseo y derecho de amar y relacionarse sin que ello sea motivo de burlas, persecución, ataques o que les cueste la vida.