Erika contó que su hijo Braulio, fruto de su relación con un hombre llamado Rubén, era hiperactivo desde pequeño y que siempre fue consentido por su papá, quien a la vez lo maltrataba.
El menor nació el 12 de noviembre de 2003 y a él le siguieron Yiyari, nacida en 2008, y Diana, que vino al mundo en 2013.
Cuando ésta última cumplió un año, Erika decidió separarse de Rubén. “Lo hice por mis hijos, por mis niñas, porque él siempre las hacía menos”, señaló la mujer a la activista Frida Guerrera.
La madre y sus hijos se fueron a vivir a Tecámac, municipio del Estado de México.
Cuando cumplió 12 años de edad, Braulio decidió que se iría a vivir con Rubén. Erika aceptó y continuó trabajando para sacar adelante a sus hijas.
“El padre no ayudaba, de vez en cuando mandaba 300 o 500 pesos, pero no daba una pensión que ayudara a aminorar la carga en Erika”, relató la activista.
Braulio volvió a la casa de su madre diciendo que su papá lo maltrataba, que lo llevaba a trabajar debido a que no iba a la escuela; sin embargo, la mamá del menor señaló que cuando su hijo iba a la casa se le perdía dinero.
“Mis hijas muchas veces lloraban porque decían que Braulio sólo iba a robarnos el dinero de la despensa, pero era mi hijo, ni modo de cerrarle la puerta”.
Frida Guerrera destacó que había temporadas en las que el joven no buscaba a su mamá, pero que en 2019 el acercamiento entre ellos volvió a suceder.
Erika ya tenía otra pareja, con quien tuvo a Diego, que ahora tenía casi tres años, y además trabajaba de encargada en un restaurante. En esa ocasión, la mujer le permitió a su primogénito vivir con ella nuevamente.
El 1 de julio de 2020, Braulio se quedó junto con sus tres hermanos en casa, pero horas más tarde fue en busca de su mamá, ya que Diego “no se movía”. Erika fue a su vivienda y se encontró con que el bebé no respiraba.
El primogénito le dijo que había llamado a una ambulancia. La madre empezó a buscar a su hermana, a sus vecinas, “llamaron a las autoridades y ahí supieron que nadie había pedido auxilio”.
Braulio quedó en calidad de detenido, señaló Frida Guerrera, agregando que se le tomó una declaración al joven y las autoridades determinaron que Diego sufrió muerte de cuna.
“Muy en su interior, Erika intuyó siempre que Braulio había sido el causante de la muerte del bebé”, narró la activista.
Días más tarde, Diana le comentó a su mamá que el joven se había metido a un cuarto con Diego y lo tapó con una cobija, durmiéndolo “a fuerzas”.
El primogénito volvió con su padre biológico y la nueva pareja de Erika se distanció, pues quería evitar problemas, ya que siempre desconfió de Braulio.
Trata de personas
Frida Guerrera señaló que Braulio regresó a la casa de Erika, ahora acompañado de una joven a la que presentó como su novia. La madre habló con la menor y luego se puso en contacto con los familiares de ésta para avisarles su paradero. Al día siguiente, ambos jóvenes ya no estaban.
Después, Erika se enteró que su hijo había llevado a la joven a Puebla para explotarla sexualmente. Braulio fue detenido y se le iba a imputar el delito de trata de personas, pero Rubén le rogó a las autoridades que dejaran al menor bajo su cuidado, firmó documentos donde se responsabilizó de su hijo y de sus actos. Las autoridades accedieron.
Braulio regresa con Erika
En noviembre de 2020, Braulio volvió con Erika, diciendo que era maltratado por Rubén. La mujer platicó con sus hijas y éstas dijeron que querían pasar Navidad en compañía de su hermano. La madre aceptó nuevamente al joven.
Erika pagaba para que cuidaran a sus niñas, pero éstas señalaron que se quedarían en compañía de Braulio. El trabajo de la mujer estaba a 10 minutos de su casa y le llamaba a las hijas cada hora, por lo que se mantenía tranquila, indicó Frida Guerrera.
El 29 de noviembre de 2020, Erika se despidió de Yiyari, Diana y Braulio antes de irse a trabajar. El menor le dijo: “Sí, ya, adiós, vete”.
Ese día, la madre llamó cuatro veces a sus hijos, pero no tuvo respuesta y el restaurante estaba lleno de clientes, por lo que la jornada de trabajo se extendió a medianoche.
Al terminar, los jefes de la mujer la llevaron a su casa, ella entró y no vio a Braulio, quien la esperaba despierto. Fue al entrar a un cuarto, cuando la madre encontró al menor ahorcando a una de las niñas.
Erika gritó y su hijo se le fue encima. “… Intentó asesinarme, me picó dos veces en las costillas, cinco en la cabeza y al final, luego de forcejear con él más de una hora y media, me golpeó con la cacha de una pistola. Perdí el conocimiento más de nueve horas”, narró la víctima a la activista.
Cuando la mujer despertó, Braulio ya se había ido. El pasado 20 de septiembre, este joven fue sentenciado a cinco años de prisión por el feminicidio de sus hermanas y el intento de feminicidio de su mamá, condena que se le dio por ser menor de edad, señaló la activista.
“El juez le hizo saber que merecía condena de por vida por todo lo que les hizo a las niñas, las torturó, las abusó sexualmente, las asesinó y dejo muerta en vida a Erika, quien escribió unas líneas para sus hijas y otras para el asesino de sus hijas”, indicó Frida Guerrera.
Carta a Braulio
La misiva, redactada por Erika, madre del menor sentenciado, fue fechada el 4 de octubre y compartida por la activista en redes sociales el pasado martes 5.
“[Braulio:] Quiero que sepas que desde que estuviste en mi vientre te quise tanto, estaba muy feliz, pues yo sabía que eras un niño. Cuando te tuve en mis brazos fui la mujer más feliz. Fuiste creciendo y eras un niño muy hiperactivo.
“Recuerdo muy bien cómo te cuidaba en la escuela para que te portaras bien, llegaste a tu adolescencia y empezaste a cambiar, tu inestabilidad, tu no querer estudiar, de agarrar dinero, de querer hacer lo que tu quieras y de quitarles la vida a tus hermanas y a tu hermano.
“¿En qué momento cambiaste tanto, en qué momento te volviste un asesino? Sabes que me dejaste muerta en vida con la ausencia de mis niñas, de mi niño, del saber que estás en ese lugar donde sé que no estás bien. No sabes cómo se me rompe el alma de sentir esta enorme soledad y tristeza, tristeza que me acompañará toda la vida”.
La activista también publicó la carta que Erika redactó para sus hijas asesinadas, la cual también se fechó el 4 de octubre.
“Mis lindas niñas: Quiero decirles tantas cosas, quiero que sepan que las amo con todo mi corazón, me hacen tanta falta, mi vida no tiene sentido sin ustedes, me siento muy triste de saber tantas monstruosidades que les hizo la persona que se supone que las cuidaría y las defendería de todo peligro.
“No puedo entender por qué tanto odio y rencor hacia ustedes y conmigo. Sé que están con su hermanito, como también sé que en algún momento nos volveremos a ver y seguir siendo tan felices como éramos”.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2020 hubo un total de 946 presuntos delitos de feminicidio a nivel nacional; en este 2021 se contabilizan 672.
Hasta septiembre de este año, el Estado de México se encuentra en primer lugar en feminicidios, pues registra 97; en segundo lugar está Jalisco, con 51 casos, luego sigue Veracruz, con 50, y después la Ciudad de México, con 42.