El vicepresidente Mike Pence desafió a Donald Trump y rechazó tener el poder para rechazar los votos electorales unilateralmente.
En una carta al Congreso, Pence aludió al reclamo de Trump de que durante la sesión de hoy, en la que los legisladores deben contar los votos del Colegio Electoral y certificar el triunfo del demócrata Joe Biden en las presidenciales del 3 de noviembre, el vicepresidente no certifique y devuelva los resultados a los estados para que los revisen alegando, sin pruebas, que hubo fraude.
En la carta, Pence dijo que "algunos piensan que como vicepresidente debería poder aceptar o rechazar los votos electorales unilateralmente. Otros piensan que los votos electorales nunca deben ser desafiados en una sesión conjunta del Congreso. Después de un estudio cuidadoso de nuestra Constitución, creo que ninguna de esas opiniones es correcta.
"Investir al vicepresidente con autoridad unilateral para decidir contiendas presidenciales sería antiético", explicó.
Agregó que "no creo que los Fundadores de nuestro país hayan pretendido investir al vicepresidente con la autoridad unilateral de decidir qué votos electorales deben ser contados durante la Sesión Conjunta del Congreso y ningún vicepresidente en la historia de Estados Unidos ha ejercido tal autoridad".
Los vicepresidentes que han liderado las sesiones conjuntas, como la de hoy, detalló, "se han apegado al Acta de Conteo Electoral, encabezando los procedimientos de forma ordenada incluso cuando el conteo haya resultado en la derrota de su partido o de su propia candidatura".
Por tanto, subrayó, "mi juramento de defender la Constitución me impide reclamar la autoridad unilateral de determinar qué votos electorales deben ser contado y cuáles no".
Reconoció que su rol es "primordialmente ceremonial", aunque señaló que el rol del Congreso es diferente y los legisladores pueden resolver las controversias electorales durante el conteo de votos del Colegio Electoral.
Legisladores republicanos han dicho que no certificarán el triunfo de Biden en algunos estados, lo que retrasará la jornada, obligando a realizar una votación. Esos legisladores exigen una auditoría.
Sin embargo, para revocar los resultados estatales se requiere del aval de ambas cámaras del Congreso, lo que no sucederá porque la de Representantes está bajo control demócrata.