José Eduardo Avilés “El Chemita”, como era conocido en La Paz, Baja California Sur, era secretario particular de Manuel Cota Cárdenas en la Dirección de Desarrollo Social, del Ayuntamiento local, e hijo del tercer Regidor José María Avilés Castro, familiar del nuevo gobernador del estado Víctor Manuel Castro Cosío. 

Su padre legisla en el H. XVI Ayuntamiento de La Paz, Baja California Sur y próximamente será diputado local del Congreso, donde se adelanta, será coordinador del partido Morena.

Las primeras investigaciones indican que José Eduardo viajó a Tijuana a comprar un automóvil y habría contactado a un vendedor en las inmediaciones de la carretera libre a Rosarito, por el lugar conocido como Flamingos, esto, la noche del sábado.

Había pedido a un amigo que lo llevara a ése sitio a realizar la transacción, donde supuestamente fue atacado a balazos.

Su acompañante no ofreció más detalles del ataque.

De inmediato lo trasladó a la clínica Siete del Seguro Social, situada a unos diez minutos de ahí. Presentó hemorragia aguda por dos impactos de bala en el lado derecho del pecho y uno más en un brazo. 

Gestionaban su traslado a la Clínica 20 del IMSS cuando falleció. Están en marcha las investigaciones para localizar al responsable.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021, se obtuvo, de manera preliminar, una tasa de 28 homicidios por cada 100 000 habitantes a nivel nacional y la principal causa de los homicidios durante ese periodo, fue agresión con arma de fuego.

El Instituto informó que las estadísticas revelan que de enero a diciembre de 2021 se registraron 35 625 homicidios en México; es decir, una razón preliminar de 28 homicidios por cada 100 000 habitantes a nivel nacional. 

Indica el estudio que la tasa es menor a la registrada para el mismo periodo de 2020, que fue de 29. 

En 2011, INEGI registró en Baja California 809 homicidios y para 2021, el registro casi se cuadruplicó, con 3246 homicidios.

Las presentes cifras provienen de los registros administrativos de defunciones accidentales y violentas que generan las entidades federativas y que el INEGI recopila mensualmente. Como fuentes informantes se consideran 352 Oficialías del Registro Civil, 105 Servicios Médicos Forenses y 260 Agencias del Ministerio Público que tuvieron, al menos, un registro de homicidio. 

Explicaron que también se incluye la información de homicidio que resulta del avance en el proceso de confronta entre el INEGI y la Secretaría de Salud.

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Los homicidios forman parte de las defunciones accidentales y violentas. Su clasificación se determina con base en las causas (afecciones y lesiones), la presunción del tipo de defunción y el motivo de la lesión que registra el médico certificante en el certificado de defunción. 

Las primeras dos son fundamentales para distinguir entre un presunto homicidio, un presunto

accidente, o un presunto suicidio; en muchos casos, la o el certificante no tiene elementos suficientes para identificar la intencionalidad del hecho.

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Durante 2021 se registraron de forma preliminar 35 mil 625 homicidios, de los cuales el 51% se concentraron en seis entidades del país, de acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Entre dichos estados, destaca Guanajuato con 4 mil 333 asesinatos; le sigue en orden de importancia Baja California con 3 mil 246 casos; Estado de México, 3 mil 114; Chihuahua, 2 mil 743; Michoacán, 2 mil 691; y Jalisco, 2 mil 231 muertes. 

Por el contrario, entre las entidades que reportaron menores crímenes destacan Yucatán, con 55 homicidios el año pasado; Baja California Sur, 77 decesos; Aguascalientes, 101; Campeche, 107; y Durango, 143 casos.

En 2021, se obtuvo de manera preliminar una razón de 28 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional. La tasa es menor a la registrada para el mismo periodo de 2020, que fue de 29.

En el caso de los hombres, la razón en 2021 fue de 50 homicidios por cada 100 mil personas del sexo masculino, tasa inferior a los 52 casos promedio registrados un año antes. En el caso de las mujeres, la razón el año pasado se mantuvo en seis homicidios por cada 100 mil personas del sexo femenino.

Disparo de arma de fuego, causa de muerte en mayoría de los homicidios

Según la causa de la defunción, la mayor parte corresponden a agresión con disparo armas de fuego, y las no especificadas con 24 mil 484 homicidios; agresión con objeto cortante, 3 mil 608; así como agresión por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación, 2 mil 601 homicidios. 

Las presentes cifras se derivan de las Estadísticas de Defunciones Registradas y provienen de los registros administrativos de defunciones accidentales y violentas que generan las entidades federativas y que el Inegi recopila mensualmente.

Como fuentes informantes se consideran 352 Oficialías del Registro Civil, 105 Servicios Médicos Forenses y 260 Agencias del Ministerio Público que tuvieron, al menos, un registro de homicidio. También se incluye la información de homicidios que resulta del avance en el proceso de confronta entre el Inegi y la Secretaría de Salud.

Un hombre calcinado fue localizado al interior de la canalización del Río Tijuana, fueron trabajadores de limpieza quienes lo encontraron cuando laboraban en el lugar, el cuerpo se encontraba debajo de los puentes vehiculares a la altura de la Plaza Pueblo Amigo. 

Los trabajadores hacían sus actividades aproximadamente a las 12:50 horas, cuando se percataron de que un cúmulo de cenizas y ropa quemada eran los restos de un masculino, por lo que solicitaron el apoyo de policía municipal. 

Agentes del distrito perteneciente a la Zona Centro, fueron los encargados de atender el llamado, y al arribar al lugar confirmaron que se trataba de una persona calcinada, quien de acuerdo al aspecto y forma del cráneo determinaron que era un masculino. 

El lugar quedó acordonado y a cargo de la Fiscalía General del Estado, encargos de procesar la escena, dar seguimiento a las investigaciones y dar orden de traslado de los restos al servicio médico forense.

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La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que se logró establecer una condena de 41 años de prisión en contra de Emmanuel Munguía Aguilar de 20 años de edad, quien es de acusado de haber asesinado a Ian Malcolm Hirschshn y su esposa Katherine Harvey Taylor. Además se le imputan lo delitos de robo de vehículo y robo a casa habitación en perjuicio.

Las investigaciones señalan que el implicado privó de la vida a la pareja de origen estadounidense, el pasado sábado 29 de agosto de 2020, en el domicilio que habitaban localizado en El Socorrito, delegación de El Rosario en el municipio de San Quintín.

Reportes policiales indican que el sentenciado y otra persona aún no identificada arribaron a la casa en la madrugada de ese día, llevaban cuchillos con los cuales atacaron a las víctimas cuando se encontraban durmiendo.

Posteriormente se dedicaron a robar varios objetos del domicilio, una bicicleta de montaña y una camioneta Toyota Land Cruiser modelo 1996, en la que subieron a los cuerpos en una lona azul, entre cobijas y sleeping bags.

En la camioneta se trasladaron hasta un pozo ubicado en el tramo carretero San Quintín-Punta Prieta, donde ocultaron los cuerpos y fueron localizados el 5 de septiembre de 2020 en estado de descomposición.

A Munguía Aguilar se le condenó a 41 años de prisión y al pago de 878 mil 416 pesos por la reparación del daño.

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En octubre de 2021, el caso de Fátima, una menor de 12 años que fue asesinada en 2015 en el Estado de México, volvió a cobrar vida. Después de un proceso de seis años, uno de los homicidas fue condenado a cadena perpetua. Las lesiones que le infringieron a Fátima fueron desgarradoras, sus agresores la sometieron en la calle, a tan sólo 100 metros de su casa.

Suena aterrador, pero la realidad es que en México las niñas no están seguras en las calles y tampoco en sus hogares. De 2015 a 2020, más de 700 menores de edad fueron asesinadas en la vía pública y 558 en sus propias viviendas, de acuerdo con un análisis hecho a las cifras del Inegi.

El solo hecho de tener entre 15 y 17 años, ser mujer y vivir en México te da 36% de probabilidades de ser víctima de feminicidio, dice Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

Al analizar las cifras del Inegi se encontraron más de una veintena de formas que muestran el nivel de violencia al que son sometidas más de 300 niñas al año en el país. Y hay un patrón revelador: las niñas de cero a dos años y las menores de entre 13 y 17 son las más vulnerables; entre más pequeñas son las víctimas, la mecánica de muerte es más cruel.

Este incremento en la violencia tiene tres elementos que lo caracterizan: la guerra que se vive en México desde hace más de 15 años, la resistencia cultural que existe para reconocer a las niñas y, uno de los más relevantes, el mensaje político que se ha dado desde el más alto poder de que el tema no interesa, explica el director de Redim. “Es central asumir que tanto las autoridades sigan siendo cómplices machistas esto no va a cambiar”, sentencia.

El Estado de México, considerado como el escenario más dramático del país, es un claro ejemplo. Ahí corre el mismo riesgo una adolescente de 17 años que una bebé con meses de edad, de acuerdo con el análisis, un lugar en el que “a la violencia se le tiene que añadir la total impunidad que existe”, asegura Juan Martín.