Kandice Barber, una mujer de 35 años de edad, casada y con hijos de edad escolar, era profesora suplente de la escuela Princes Risborough en el condado de Buckinghamshire, en Inglaterra. Lugar en donde conoció a un alumno de 15 años con el que terminó obsesionada.
Lo persiguió, lo acusó con mensajes y fotografías y finalmente abusó sexualmente de él. Un jurado la ha declarado culpable el pasado jueves en los tribunales de Aylesbury por los sucesos ocurridos en el 2018. En próximos días se conocerá su condena, que podrá ascender hasta a cinco años de prisión.
“Todo comenzó en una tarde de deportes el 27 de septiembre de 2018, cuando ella se acercó a él y tomó prestado su teléfono”, dijo el fiscal Richard Milne durante su alegato. “En posesión del teléfono, puso sus datos en su cuenta de Snapchat. A él le pareció un poco raro”, prosiguió Milne.
Entonces empezaron los mensajes al adolescente. Le contaba cuando se iba a bañar y le hacía preguntas totalmente inapropiadas. “¿Te gustan los senos o los glúteos?”, le preguntaba. Luego comenzaron las fotos de ella desnuda y rodeada de juguetes sexuales.
“Cuando estemos en clase, vamos a ver si nos ponemos lo más calientes posible sin que los demás se enteren”, le escribió en una ocasión.
Finalmente, fue una fotografía que envió Barber al joven que terminó exponiendo la relación prohibida. Circuló tanto en la escuela que llegó a los ojos del director, que la despidió y presentó una denuncia contra ella.
A esa altura de los acontecimientos, Barber ya había abusado sexualmente de él. Según el relato de la fiscalía, llevó al menor de edad a un campo y mantuvieron relaciones sexuales junto a un fardo de heno.
Barber ya había sido enjuiciada por el envío de las fotos. Por lo que ha sido condenada por hacer que un niño viera un acto sexual estando en una posición de confianza, pero absuelta del cargo de incitar a un niño a participar en actividades sexuales. De este segundo delito fue declarada culpable este jueves.
Barber no mostró ninguna señal de arrepentimiento ni de pena cuando le leyeron el veredicto. La razón por la que la dejaron irse a su casa y el juez no le dictó la sentencia aún es que su abogada, Nadia Chbatt, no estaba presente porque tenía otro compromiso.
“No voy a proceder a la sentencia inmediatamente. Acepto totalmente que la Sra. Chbatt, que fue su abogada en el juicio, debe estar presente”, dijo el magistrado. “Voy a dejarla en libertad bajo fianza hasta la próxima ocasión, que será mañana por la mañana o el lunes por la mañana, cuando deba asistir al Tribunal de la Corona de Aylesbury”.
Daniel Barber, el marido de Kandice, apoyó en todo momento a la profesora. Hasta declaró como testigo en su defensa, diciendo que su relación era “tan fuerte como siempre”. Consultado por la prensa por el veredicto, se mostró enfurecido. “Es una broma”, exclamó.