En el velorio de la menor Alma Delia, en el campo agrícola “La Capilla”, en Navolato, donde la noche del martes pasado fue asesinada con un machete, asistentes exigieron que se imponga un castigo severo al responsable que está detenido.
Los servicios funerarios de la pequeña de seis años de edad, la cual fue una de las víctimas de la ira de un joven de 28 años de edad, trabajador del campo quien bajo los influjos de una droga, atacó con el machete a tres personas más, tuvieron un carácter reservado.
En uno de los módulos de los galerones, donde son alojados los asalariados del campo, fue colocado el féretro, bajo un toldo en color azul, de la casa funeraria que fue contratada para brindar los servicios de velación y posterior traslado a su tierra natal, el estado de Guerrero, de donde es originaria su familia.
Los mayordomos del campo agrícola “La Capilla” que tienen a su cargo la movilización de las cuadrillas de trabajadores, expusieron que la menor Alma Delia, de seis años de edad, junto con tres hermanos y su mamá, arribaron a dicho lugar desde el pasado mes de octubre, procedentes del estado de Guerrero.
Según los datos aportados sobre los sucesos de la noche del martes pasado, un jornalero agrícola de 28 años de edad, en estado de intoxicación, armado con un machete, primero entró a uno de los cuartos y agredió a una joven mujer.
La secretaría de la Mujer en el Estado, María Teresa Guerra Ochoa dijo que este segundo caso, donde las víctimas han sido menores de edad, en lo que va de este mes, están muy atentos del desarrollo de las investigaciones abiertas por la Fiscalía General del Estado.
Comentó que preocupa que en la muerte de este menor de seis años, en donde se tiene detenida a una persona, identificada como el presunto responsable en el hecho vinculado al consumo de sustancias tóxicas.
La funcionaria estatal externó que se tiene que trabajar mucho en los campos agrícolas, no solo en el tema de las adiciones, sino en la educación y programas preventivos dirigidos a las mujeres de todas las edades, por ser vulnerables a la violencia.