Desaparecen los autobuses de pasajeros por el Covid 19; usuarios padecen
Aunque está demostrado que el transporte masivo es lo más conveniente para las ciudades, al reducirse el tránsito vehicular, la contaminación y los costos, entre otros beneficios, prácticamente desparecieron los autobuses de pasajeros para el transporte público en Tijuana, Ensenada y Mexicali, esto según confirmó Jorge Gutiérrez Topete, director del Instituto de Movilidad Sustentable, IMOS, del Gobierno del Estado.
Han sido sustituidos por camionetas tipo Urvan, en detrimento de los usuarios, en comodidad, pero también en capacidad, ya que deben esperar largos periodos de tiempo para abordar en horas pico, lapsos en que no se dan a basto.
Gutiérrez Topete explicó que se redujo la movilidad por la pandemia, la gente debió quedarse en casa. Las empresas maquiladoras cerraron, al reiniciar actividad las empresas no esenciales, provocó que las necesidades de transporte de personal crecieran. De más de 40 pasajeros, que son los autobuses, se redujo a 25 en promedio, para guardar sana distancia, por lo que muchos transportistas se fueron a brindar servicio al transporte de personal.
Las que pudieron continuar con aforo fueron las Urvan, además de que a ellos también las bajó la demanda.
Se sacudió el modelo de movilidad previo a pandemia, igual sucedió en Ensenada y Mexicali, donde se redujo el número de autobuses.
Actualmente están buscando la manera de que regresen los autobuses a operar, recortando rutas o identificando áreas de oportunidad para combinación de equipo, ya que hubo una pulverización de la oferta.
Pero, hay una notoria falta de unidades en horas pico. Las Urvan, al tener menos capacidad de pasajeros, no se dan abasto y no se atienden las horas pico como es debido.
Se están presupuestando recursos para elaborar estudios de manera profesional, así como acercarse a los transportistas por encontrar soluciones inmediatas y a largo plazo.
Lo que sí queda claro, considera el director del IMOS, es que se debe propiciar el uso del transporte público, ya que se necesita revertir esta tendencia del uso de la Urvan.
Pero no se trata solo de enviar más unidades. El problema es que todas las unidades circulan todo el día. No hay inteligencia detrás de la programación de los servicios, necesitamos un programa operativo que empate la oferta y la demanda, porque es necesario prestar el servicio justo en pico o valle.
En horas valle muchas unidades circulan vacías, por lo que se requiere un balance en el que se empata el número de asientos disponibles para que el número de usuarios tenga el servicio adecuado, sin que pierda el transportista.