“La felicidad es un viaje, no un destino.”
Paul H. Dunn dijo:
“La felicidad es un viaje, no un destino.”
Te presentamos nueve momentos que vale la pena experimentar todos los días:
1. Un momento de risa
Hay evidencia psicológica que muestra que reírse te pone de mejor humor. Date unos minutos cada día para reírte y te darás cuenta que es contagioso y estimulante. Rodéate de gente divertida, encuentra oportunidades para burlarte de ti mismo lo más fuerte que puedas.
2. Un momento de celebración
No nos damos el tiempo para celebrar los pequeños triunfos, o hasta los grandes. ¿Cómo puedes aprovechar un instante del día para celebrar las cosas buenas en tu vida?
3. Un momento de reflexión
Todos tenemos vidas muy ocupadas. Guarda tu teléfono, ve a algún lugar donde puedas estar solo y reflexiona sobre los días que pasaron y los que pasarán, sobre las decisiones que debes hacer y lo que aprendiste del pasado.
4. Un momento de tranquilidad
Primero llega la reflexión y luego la verdadera tranquilidad, es decir, la habilidad de alejarte de todo y entrar en un estado de meditación. La yoga y la meditación son las formas más populares de lograrlo.
5. Un momento de orgullo
Tienes la capacidad de tomarte un momento para apreciar todo lo que tienes y la persona que eres. Enorgullécete de las cosas que has conseguido.
6. Un momento de humildad
“La humildad no es pensar menos de ti mismo, es pensar menos en ti mismo”, C.S. Lewis
Cuando aprovechamos un minuto para apreciar la grandeza alrededor de nosotros, es difícil no ser felices por todo lo que tenemos.
7. Un momento de conexión
Tómate por lo menos un momento en el día para conectarte con la gente a tú alrededor, amigos, pareja, familia. Tu felicidad no sólo tiene que ver contigo, sino también con los otros.
8. Un momento de felicidad
La risa es buena pero la alegría es aún más poderosa. Experimenta la alegría de tus hijos o familia, de tus conexiones espirituales o al bailar o cantar.
9. Un momento de gratitud
Finalmente, tómate un minuto cada día para expresar gratitud por lo que tienes, por la gente en tu vida, las experiencias que has tenido y tendrás, y el mundo a tu alrededor. No puedes físicamente sentirte enojado o molesto y agradecido al mismo tiempo, así que sólo concéntrate en ser feliz.