Don Rafael pertenece a un grupo de "cerillitos" que desde hace diez meses perdieron su empleo en las tiendas de autoservicio.

Quedó desempleado por el riesgo que la enfermedad representa para las personas mayores.

Tiene su casita en una colonia de Tijuana y vive solo, ''mi único hijo no me ayuda, dice que con lo que gano, estoy bien''.

A partir del próximo vienes, todas ellas recibirán el recurso en sus respectivos centros de trabajo.