Herramienta que cambia discursos en video, arma de doble filo
La Universidad de Washington (UW) desarrolló una forma de inteligencia artificial capaz de empatar sonidos con movimientos faciales y han decidido probarla con Barack Obama. Los investigadores de la división de animación de la UW han logrado crear inteligencia artificial que permite empatar archivos de audio con movimientos de la boca en vídeo. Así, se puede lograr que parezca que alguien diga algo que no dijo, informó Steve Seitz, coautor de la investigación.
De acuerdo con los investigadores, se utilizó a Barack Obama para experimentar porque es muy sencillo encontrar horas y horas de vídeo en alta definición del ex mandatario, lo cual permite que las redes neuronales puedan aprender a empatar un movimiento facial con un sonido específico.
Steve Seitz negó que esta tecnología se pueda usar para poner cualquier audio dicho por otra persona a la cara protagonista del vídeo, es decir, nadie podría poner palabras ajenas en la boca de Obama, al menos por ahora. "Decidimos muy conscientemente no ir por el camino de poner palabras de otras personas en la boca de alguien. Simplemente tomamos las palabras reales que alguien dijo y las hacemos un vídeo realista de ese individuo", precisó.
La universidad ejemplificó cómo funciona su tecnología utilizando un vídeo de Barack Obama. En este, el ex presidente de los Estados Unidos aparece hablando, aunque en realidad eso nunca sucedió y el Obama falso simplemente está repitiendo palabras que ha dicho el verdadero en apariciones públicas del pasado.
Aunque el equipo de la Universidad de Washington espera que esta tecnología sea utilizada para reconstruir imágenes en las video llamadas de baja calidad, en realidad, en las manos equivocadas, esta herramienta podría causar mucho daño.
En enero de este año, el Consejo de Ciencia y Seguridad advertía que el Reloj del Tiempo Final, la medida simbólica que marca la cercanía en la que se encuentra la humanidad respecto a su extinción, podría acelerarse por la propagación de noticias falsas. Éstas, sumadas al ataque de las fuentes confiables de información, podrían provocar disputas, tensiones diplomáticas y conflictos armados de alta intensidad, advirtieron los científicos.