Tecnologías de conservación de alimentos para el hogar moderno
Los incesantes avances tecnológicos han alcanzado algo tan vital y placentero como comer. Las empresas dedicadas a la refrigeración doméstica han incorporado tecnología inteligente para optimizar la conservación de los alimentos que consumimos, prolongando los plazos para ingerirlos y optimizando la energía, volviéndolos más amigables con el medio ambiente y asequibles para la economía familiar.
Mantener los alimentos frescos y seguros es una prioridad para los consumidores que se vuelcan a comprar electrodomésticos con funciones avanzadas de preservación para garantizar que la mercadería allí almacenada se mantendrá en condiciones óptimas y con una vida útil más extensa.
En este artículo vamos a ahondar en las tecnologías inteligentes dedicadas a lograr la conservación de los alimentos, en las variables de temperatura óptima para los distintos tipos de comestibles, considerando sus particularidades, y en otras formas de conservación que podemos llevar adelante en nuestras casas.
Tecnologías de conservación
Las tecnologías inteligentes modernas volcadas al rubro de la refrigeración doméstica han transformado la manera de almacenar y conservar los alimentos, mejorando la calidad de vida de las personas y optimizando la seguridad alimentaria.
Distribución del frío
Varios electrodomésticos dedicados a la conservación de alimentos, como los nuevos modelos de refrigerador Electrolux, han incorporado sistemas de distribución de frío que constan de múltiples salidas de aire en diversos puntos del equipo que permiten llegar a todos los rincones y alimentos y mantenerlos frescos durante más tiempo.
Nuevos compresores
Las versiones inverter de los compresores hacen a los refrigeradores energéticamente más eficientes y menos ruidosos. Además, permiten un control más fino de la temperatura y humedad en cada compartimento, algo crucial para la conservación.
Almacenamiento inteligentes
Otra innovación tecnológica de los refrigeradores modernos es el diseño de almacenamiento inteligente. Se trata de estantes ajustables y adaptables que le permiten al usuario personalizar los compartimentos del refrigerador en función del tipo y la cantidad de alimentos que necesita conservar.
Otras innovaciones
Entre las modernas características de los refrigeradores actuales también podemos mencionar los display touch para regular la temperatura, la posibilidad de colocar el equipo en “modo vacaciones” para que mantenga una temperatura sostenida y ahorre energía cuando la familia no está en la casa, una alarma que avisa cuando está mal cerrado y componentes que permiten ahorrar hasta un 40% de consumo energético.
La temperatura según el alimento
La importancia de mantener la temperatura adecuada en el refrigerador radica en que ésta es la responsable de ralentizar la generación de los microorganismos patógenos que hacen que los alimentos se descompongan. Las temperaturas óptimas van desde los 0°C a los 5°C y debemos modificarla en función de la cantidad y el tipo de alimentos que guardemos en el refrigerador.
Carnes crudas
Las carnes crudas de res, cerdo, pollo o pescado deben ubicarse en la parte baja del equipo de refrigeración, ya sea en el último estante o en los cajones inferiores, dado que es el sector más frío y el recomendado para prevenir la proliferación de bacterias patógenas en las piezas que pueden provocar enfermedades graves en quienes las ingieren.
Lácteos y alimentos cocidos
La leche, yogures y quesos, así como los alimentos cocidos, deben posicionarse en los estantes del centro o de la parte superior del refrigerador, en los que la temperatura oscila entre los 2 y los 4°C, suficientes para conservar la calidad y el sabor de los alimentos sin que lleguen a congelarse.
Frutas y verduras
Para evitar frío excesivo, las frutas y verduras necesitan una temperatura menos fría que los alimentos de la categoría anterior, de entre 4 y 8°C.
Otros alimentos
Alimentos como los huevos, la mantequilla, las jaleas o mermeladas, las salsas y las bebidas, que requieren menos refrigeración para conservarse y, por ese motivo, pueden ubicarse en la puerta del refrigerador que es el sector menos frío del refrigerador.
Otras técnicas para conservar alimentos
Si bien la refrigeración y congelación de los alimentos son las técnicas más frecuentes y conocidas de conservación de alimentos, no son las únicas.
La refrigeración
Consiste en mantener los alimentos a temperaturas de entre 1°C y 8°C, conservándolos durante un plazo corto de tiempo.
La congelación
Similar a la anterior, pero enfría los alimentos a -18°C y permite conservarlos por períodos de tiempo extensos, desde meses hasta años, sin verse afectados ni su sabor ni sus propiedades nutricionales ni su sabor.
La esterilización
Preserva la frescura y el sabor de los alimentos, les prolonga la vida útil y permite reducir el desperdicio alimenticio. Este proceso de conservación consiste en exponer los alimentos a una temperatura aproximada de 115ºC, destruyendo el 90% de los microorganismos presentes. La desventaja de esta técnica es que se pierde una proporción de vitamina C y de las del grupo B, hidrosolubles.
La ventaja de esta técnica es que alarga la vida útil de los alimentos hasta 5 años y no hace falta refrigerarlos en ese tiempo mientras esté cerrado. La desventaja es que puede modificar la textura, el sabor y algunas propiedades. El ejemplo más claro de alimentos esterilizados es la leche UHT
La pasteurización
Este proceso físico consiste en llevar el alimento a temperaturas inferiores a 100ºC durante un plazo breve de tiempo, minutos o segundos, y enfriarlo inmediatamente. A diferencia de la anterior, esta técnica elimina menos del 90% de microorganismos. El procedimiento varía en función de la acidez o pH del alimento, de su forma (los esféricos son los más difíciles de pasteurizar) y el envase del mismo.
El envasado al vacío
Consiste en quitar el aire que rodea al alimento antes de envasarlo, consiguiendo una atmósfera libre de oxígeno que permite ralentizar la proliferación de microorganismos, bacterias y hongos que descomponen el alimento y extendiendo su vida útil. Tras envasarlo al vacío, el alimento también puede refrigerarse o congelarse, combinando dos tipos de conservación y optimizándola.
La deshidratación
Es el proceso en el cual se elimina casi en su totalidad el agua presente en el alimento exponiéndolo al calor durante un plazo largo de tiempo. Logra concentrar su sabor sin alterar sus vitaminas, minerales y nutrientes. Puede lograrse con un deshidratador eléctrico, un horno convencional o al sol.
La liofilización
Esta técnica permite conservar los alimentos de manera indefinida a temperatura ambiente, mantener intactas sus propiedades y eliminar microorganismos. En una primera etapa se congela rápidamente el alimento a temperaturas de entre -50° C y 80° C. Luego se hace vacío evaporando el agua congelada, procedimiento denominado sublimación. Y finalmente se le aplica calor para generar la condensación y solidificación en seco.
El prensado en frío o HPP
Al no utilizar calor, no modifica sustancialmente las propiedades de los alimentos. Se logra aplicando presiones de hasta 6000 bares a alimentos envasados para desactivar microorganismos. Se aplica mucho en carnes, jugos y algunos lácteos.
¿Cuáles son los beneficios de conservar los alimentos?
- Extiende su vida útil, reduciendo la necesidad de producirlos o comprarlos con frecuencia.
- Disminuye el riesgo de escasez y facilita un suministro constante y estable en términos de seguridad alimenticia.
- Previene el desarrollo de microorganismos que pueden provocar intoxicaciones y enfermedades.
- Mantiene las propiedades nutricionales de los alimentos.
- Reduce la cantidad de alimentos desechados por descomposición.
- Logra mayor eficiencia de los recursos y menor impacto en el medio ambiente.