Utilizó una serpiente venenosa para matar a su mujer y quedarse con su dinero
La atacó en varias ocasiones porque no se moría...
Las serpientes, esos animales amados por algunos, pero odiados por tantos otros. A muchos les dan asco, y a otros simplemente miedo. Especialmente cuando se trata de serpientes venenosas.
En este caso, la protagonista ha sido una cobra, que ha acabado con la vida de una mujer en la India. La culpa no fue de una temeridad o un despiste, sino del su marido, que arrojó la serpiente venenosa en hasta dos ocasiones para terminar con su vida.
Según avanzó India Today y ampliaron distintos medios locales, Sooraj, un hombre de 32 años del distrito de Kollam, en el estado de Kerala, arrojó la serpiente sobre su esposa para matarla, quedarse con el dinero y no levantar sospechas sobre su culpabilidad. En la primera instancia no consiguió acabar con su vida, con lo que repitió la técnica al cabo de unas semanas.
Fue concretamente 52 días tras el primer intento. El varón durmió a la mujer con unas pastillas, con lo que pudo aprovechar por ponerle otra serpiente venenosa encima. La víctima falleció al poco tiempo de llegar al hospital, donde la llevó su madre a la mañana siguiente del ataque.
El plan, destapado
Tras la muerte, que se produjo en mayo de 2020, el hombre celebró que nadie se había dado cuenta de su plan. Pero, al tiempo, la familia de la víctima sospecho del marido y decidió presentar una denuncia en su contra.
Tras más de un año de ataque, el hombre ha sido finalmente acusado de esta muerte. Los investigadores han demostrado que el autor del crimen investigó durante meses sobre la manipulación de serpientes y sus mordeduras fatales.
También que fue Sooraj quien alquiló los animales venenosos y los llevo a casa para pedir dinero a su mujer. Concretamente, 6.629 dólares y un coche. Y que el plan del autor contemplaba robar el dinero de su esposa e casarse con otra mujer.
Por todo esto, el hombre ha sido condenado a dos cadenas perpetuas y a una multa de 500.000 rupias indias (5.724 euros). La familia de la víctima ha celebrado la pena, a pesar de que la fiscalía pidió la pena de muerte.
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