Los jugadores y dirigentes del Hertha de Berlín se arrodillaron antes de su partido contra el Schalke (derrota por 2-0) para protestar contra el racismo y en favor de la tolerancia, imitando las protestas de jugadores norteamericanos de la NFL contra su presidente Donald Trump.

Antes del partido contra el Schalke, todos los jugadores del equipo de la capital y el banquillo realizaron el "take a knee" (rodilla al piso", que se ha popularizado en los últimos meses entre los deportistas de Estados Unidos para protestar contra la violencia policial hacia los negros y contra Donald Trump, que ha atacado duramente a los deportistas por este gesto.

"El Hertha de Berlín es símbolo de diversidad, de tolerancia y de responsabilidad", publicó el club en Twitter, "para un Berlín que siga abierto al mundo en el futuro #TakeAKnee #hahohe".

En el verano boreal del año pasado, el jugador Colin Kaepernick, del equipo San Francisco 49ers, desató una espectacular polémica al realizar la solitaria protesta por el asesinato de varios ciudadanos afroamericanos a manos de policías blancos.

El gesto se tornó en una muestra de protesta contra la brutalidad policial y las injusticias y desde entonces son cada vez más los deportistas norteamericanos que se arrodillan cuando suena el himno del país.

Trump enfureció a las estrellas de la NFL, los dueños de equipos y los oficiales de la Liga el 22 de septiembre después de llamar "hijos de p..." a los jugadores que habían protestado contra la injusticia racial al negarse a respetar el himno estadounidense.

Robert Lewandowski dilapidó un penal, pero Kingsley Coman corrió con fortuna en un disparo desviado para que el Bayern Múnich rescatara un angustioso triunfo de 1-0 en cancha del Hertha Berlín el viernes en la Bundesliga.

Bayern estiró a cinco su número de victorias en fila, mientras que Hertha siguió en problemas de descenso con apenas un punto en sus últimos seis partidos.

Los recién fichados Sami Khedira y Nemanja Radonjic ingresaron durante el segundo tiempo para cumplir su debut con el Hertha, que terminó lamentando una oportunidad perdida por Matheus Cunha, quien estuvo mano a mano con el arquero Manuel Neuer.

El brasileño picó el balón por encima del guardameta de la selección alemana, pero el tiro resultó desviado.

Hertha peleó y le complicó la vida al campeón de las ocho temporadas anteriores, bajo una nevada intensa.

Dodi Lukebaki se libró de la trampa del fuera de juego pero no pudo vencer a Neuer, en lo que fue la primera oportunidad clara, a los tres minutos.

El arquero noruego Rune Jarstein cometió el penal, con una falta sobre Leroy Sané. Lavó su error parando el tiro de Lewandowski a los 11 minutos.

Jarstein es apenas el segundo arquero que ha atajado un penal al astro polaco en la Bundesliga. El primero fue Neuer en 2013, cuando Lewandowski militaba en el Borussia Dortmund.

Coman abrió el marcador a los 21 minutos, cuando Niklas Stark intentó bloquear un disparo y terminó desviando la pelota por encima de Jarstein.

Khedira ingresó a los 81 minutos, para reaparecer en la Bundesliga, tras pasar 10 campañas y media fuera, con el Real Madrid y la Juventus. El exvolante de la selección alemana se llevó una tarjeta amarilla por hacer un reclamo a un abanderado.

“Sé que necesito sesiones de entrenamiento, que necesito tiempo de juego. No vengo aquí para jugar 90 minutos desde el comienzo. El entrenador decide”, dijo Khedira, quien no había disputado un solo partido al menos desde junio.

El puntapié inicial se adelantó media hora, a fin de facilitar la partida del Bayern hacia Qatar, donde disputará la semifinal del Mundial de Clubes el lunes, ante Al Ahly de Egipto.

“Queríamos marcharnos a Qatar con una victoria”, aseveró el entrenador Hansi Flick. “Ahora tendremos un vuelo agradable”.

El sustituto Krzysztof Piatek aportó un doblete para que Hertha venciera el viernes 3-1 al Union, en el derbi berlinés de la Bundesliga.

Union se quedó con 10 hombres, tras la expulsión de Robert Andrich por una entrada peligrosa, apenas tres minutos después de que Taiwo Awoniyi había anotado.

Hertha empató por medio de Peter Pekarik, quien aprovechó un rebote a los 51 minutos. Vino a continuación el doblete de Piatek en un tramo de apenas tres minutos, para que Hertha lograra su primer triunfo como local en la temporada.

“Si hubiéramos jugado con 11, el resultado habría sido diferente”, dijo Christopher Trimmel, capitán del Union, cuyo equipo enfrentará en la siguiente fecha al líder Bayern Múnich.

El lunes, al amparo de la oscuridad, Hertha ordenó la colocación de unas 60.000 banderas del club en los 12 distritos de la capital alemana. La medida buscó el apoyo moral del público, en momentos en que no se permite el ingreso al estadio para evitar una mayor propagación del coronavirus.

Las inmediaciones del Olympastadion permanecieron desiertas. Normalmente, se habrían congregado miles de aficionados esperando el partido, con cánticos, vino, salchichas y cerveza.

En cambio, los empleados se dijeron aburridos al revisar las acreditaciones de los periodistas antes de un partido que normalmente hubiera sido uno de los más importantes de la temporada para ambos clubes.

Pero los jugadores no se vieron afectados por el ambiente apagado en el graderío y disputaron con intensidad el duelo. 

“Mostramos que somos un mejor equipo que Union, y eso era muy importante”, comentó Piatek, cuyo equipo sigue cinco puntos detrás de su rival de la misma ciudad.

Bayern Múnich cerró el mercado de pases de forma agitada tras no poder concretar los fichajes que se había propuesto para afrontar una apretada agenda de partidos.

El campeón de Europa y la Bundesliga anunció el lunes la inesperada adquisición de Eric Maxim Choupo-Moting, el delantero de 31 años que militaba en Paris Saint-Germain. También recuperó al extremo-volante brasileño Douglas Costa tras un acuerdo de préstamo con la Juventus y fichó al lateral derecho Bouna Sarr, procedente del Marsella para que sea el suplente de su compatriota francés Benjamin Pavard.

Bayern optó por Sarr tras no prosperar su intento por fichar al juvenil estadounidense Sergiño Dest, quien firmó con el Barcelona.

Costa, quien jugó con el Bayern entre 2015-17, regresa al fútbol alemán, pese a que fue calificado como un “mercenario” por el expresidente del Bayern Uli Hoeness cuando se marchó a la Juve. Anotó tres goles en 29 partidos con el equipo italiano la pasada temporada y perdió protagonismo debido a lesiones.

Bayern también tenía en la mira al atacante inglés Callum Hudson-Odoi del Chelsea, pero el volante firmó un nuevo contrato para quedarse en Londres con el club de la Liga Premier. 

Choupo-Moting tenía ficha gratis, dado que su contrato con el PSG venció al final del pasado curso. Firmó hasta el 30 de junio y será el suplente del artillero polaco Robert Lewandowski.

Bayern también adquirió a Marc Roca, un volante de 23 años que llega procedente del Espanyol. El club bávaro ya había fichado al delantero Leroy Sané, al arquero Alexander Nübel y al zaguero Tanguy Nianzou. 

Hertha Berlín fue el otro equipo que estuvo muy activo en el mercado el lunes. Adquirió al volante francés Matteo Guendouzi mediante un préstamo con el Arsenal inglés, al zaguero paraguayo Omar Alderete del club suizo Basilea y repescó de manera adelantada al volante Eduard Löwen tras haberlo cedido a Augsburgo.

El zaguero holandés Karim Rekik se marchó al Sevilla de España y el centrocampista Arne Maier fue cedido a Arminia Bielefeld, su rival en la Bundesliga. 

También el lunes, Leipzig anunció el fichaje del volante Justin Kluivert, el hijo del exastro holandés Patrick Kluivert, a préstamo de la Roma.

Mary Trump, sobrina de Donald Trump, demandó al presidente de Estados Unidos el jueves, acusando al mandatario y a otros miembros de la familia de negarle decenas de millones de dólares de una herencia.

La acción presentada en una corte estatal de Nueva York en Manhattan contra Donald Trump, la hermana de éste Maryanne Trump Barry, y el patrimonio de Robert Trump, hermano del presidente que murió en agosto, acusa a los demandados de fraude y conspiración.

Jay Sekulow, abogado de Trump, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Un abogado que representó a Robert Trump tampoco contestó una solicitud similar. Trump Barry, en tanto, no pudo ser localizada para referirse al tema.

La denuncia describe algunas de las acusaciones que hizo Mary Trump en su reciente libro "Too Much and Never Enough: How My Family Created the World's Most Dangerous Man".

Mary Trump acusó al presidente y a los otros involucrados en la acción legal ​​de "presionarla" mientras maniobraban para tomar el control de la propiedad de su abuelo Fred Trump, el padre de Donald Trump, quien murió en 1999.

"El fraude no era solo un negocio familiar, era una forma de vida", según la denuncia.

En una declaración proporcionada por su abogado, Mary Trump dijo que los acusados ​​"me traicionaron al trabajar juntos en secreto para robarme, al decirme mentira tras mentira sobre el valor de lo que había heredado y al engañarme para que diera todo por una fracción de su valor real". (Reporte de Jonathan Stempel en Nueva York.

Una multitud abucheó este jueves al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su visita al Tribunal Supremo, donde hay una capilla ardiente con los restos de la jueza de esa corte Ruth Bader Ginsburg, fallecida el viernes pasado y a la que el mandatario quiere reemplazar antes de las elecciones de noviembre.

Trump y su esposa Melania hicieron una fugaz visita a la sede del máximo tribunal, en cuya escalinata principal se encuentra desde este miércoles el féretro de la célebre jueza, todo un icono del movimiento feminista en Estados Unidos.

Ataviados con sendas mascarillas, Trump y la primera dama se situaron a ambos lados del ataúd de Ginsburg y guardaron apenas un minuto de silencio, mientras los abucheos de la multitud congregada frente al Supremo se hacían más fuertes.

"¡Votemos para que se vaya!", corearon los ciudadanos una y otra vez, hasta que Trump se dio media vuelta y se adentró en el edificio judicial para marcharse.

Quienes le gritaban eran las decenas de personas que esperaban en la fila para acercarse al féretro de Ginsburg, y que cuando se acercó la limusina del presidente también exclamaron: "¡Respeta su deseo!".

Con esa frase se referían al mensaje que la magistrada dejó escrito antes de morir, en el que expresaba que su "deseo más ferviente" era "no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente", tras las elecciones del 3 de noviembre.

Ginsburg, una de las cuatro jueces progresistas del Supremo, era consciente de que, si Trump la sustituye, puede inclinar firmemente hacia la derecha el equilibrio de poder en la máxima corte, donde apenas quedarían tres jueces de su tendencia ideológica frente a otros seis conservadores.

Trump ha dejado claro que no tiene intención de retrasar su nominación y de hecho planea anunciarla este mismo sábado, tras asegurar que ha reducido su lista de candidatas a cinco, todas ellas mujeres.

La mayoría republicana en el Senado ha confirmado que tiene los votos para aprobar a la nominada de Trump, incluso antes de saber de quién se trata; y aunque quedan menos de seis semanas para las elecciones, el mandatario ha insistido en que su objetivo es haber resuelto el tema para entonces.

Cientos de personas se acercaron entre este miércoles y jueves al Supremo para rendir homenaje a Ginsburg, cuyo féretro se trasladará este viernes al Capitolio, donde se convertirá en la primera mujer funcionaria de EE.UU. a la que se le concede ese honor en el Congreso, antes de ser enterrada en una ceremonia privada.