Muere la jueza progresista del Tribunal Supremo de EEUU Ruth Bader Ginsburg

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EFE,  United States, Washington, 

La jueza progresista del Tribunal Supremo de EE.UU. Ruth Bader Ginsburg murió a los 87 años de edad por "complicaciones" en el cáncer de páncreas que sufría, informó este viernes la corte en un comunicado.


El tribunal indicó que la magistrada "falleció esta noche rodeada de su familia en su casa de Washington, D.C."





Abuchean a Trump en visita a la capilla donde despiden a la jueza Ginsburg

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EFE,  United States, Washington, 

Una multitud abucheó este jueves al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su visita al Tribunal Supremo, donde hay una capilla ardiente con los restos de la jueza de esa corte Ruth Bader Ginsburg, fallecida el viernes pasado y a la que el mandatario quiere reemplazar antes de las elecciones de noviembre.


Trump y su esposa Melania hicieron una fugaz visita a la sede del máximo tribunal, en cuya escalinata principal se encuentra desde este miércoles el féretro de la célebre jueza, todo un icono del movimiento feminista en Estados Unidos.


Ataviados con sendas mascarillas, Trump y la primera dama se situaron a ambos lados del ataúd de Ginsburg y guardaron apenas un minuto de silencio, mientras los abucheos de la multitud congregada frente al Supremo se hacían más fuertes.


"¡Votemos para que se vaya!", corearon los ciudadanos una y otra vez, hasta que Trump se dio media vuelta y se adentró en el edificio judicial para marcharse.


Quienes le gritaban eran las decenas de personas que esperaban en la fila para acercarse al féretro de Ginsburg, y que cuando se acercó la limusina del presidente también exclamaron: "¡Respeta su deseo!".


Con esa frase se referían al mensaje que la magistrada dejó escrito antes de morir, en el que expresaba que su "deseo más ferviente" era "no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente", tras las elecciones del 3 de noviembre.


Ginsburg, una de las cuatro jueces progresistas del Supremo, era consciente de que, si Trump la sustituye, puede inclinar firmemente hacia la derecha el equilibrio de poder en la máxima corte, donde apenas quedarían tres jueces de su tendencia ideológica frente a otros seis conservadores.


Trump ha dejado claro que no tiene intención de retrasar su nominación y de hecho planea anunciarla este mismo sábado, tras asegurar que ha reducido su lista de candidatas a cinco, todas ellas mujeres.


La mayoría republicana en el Senado ha confirmado que tiene los votos para aprobar a la nominada de Trump, incluso antes de saber de quién se trata; y aunque quedan menos de seis semanas para las elecciones, el mandatario ha insistido en que su objetivo es haber resuelto el tema para entonces.


Cientos de personas se acercaron entre este miércoles y jueves al Supremo para rendir homenaje a Ginsburg, cuyo féretro se trasladará este viernes al Capitolio, donde se convertirá en la primera mujer funcionaria de EE.UU. a la que se le concede ese honor en el Congreso, antes de ser enterrada en una ceremonia privada. 



Con fallo histórico, Suprema Corte de Estados Unidos protege a comunidad LGBT

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El Universal,  United States, Washington, 

Hasta este lunes, en Estados Unidos era posible (y legal) despedir a alguien por ser homosexual o transgénero.

En una de las decisiones más importantes para los derechos civiles de los últimos años, comparable a la de legalizar el matrimonio homosexual en 2015, el Tribunal Supremo de Estados Unidos protegió de la discriminación laboral a la comunidad LGBTTTI, un paso más hacia la igualdad en el contexto de una Alta Corte de marcado carácter conservador.

"Un empleador que despide a un individuo por ser homosexual o transgénero despide a esa persona por rasgos o acciones que no habría cuestionado en miembros de un sexo diferente", resolvió el tribunal, en una decisión seis a tres redactada por el juez conservador Neil Gorsuch, nominado por el presidente Donald Trump.

El caso se centraba en la definición de "sexo" en el denominado Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación laboral basada en raza, color, religión, sexo o nacionalidad. Con su decisión, el tribunal amplía la definición e incluye orientación sexual e identidad de género.

"Es una victoria trascendental para la igualdad LGBTTTI", declaró Alphonso Davis, presidente de Human Rights Campaign, una organización que lucha por los derechos de los homosexuales y transgénero.

Los cuatro jueces liberales, Gorsuch y el conservador y presidente del tribunal, John Roberts, votaron conjuntamente en una resolución importante por el desequilibrio conservador del alto tribunal. En el lado opuesto, otros tres jueces conservadores se opusieron a la mayoría, considerando que el concepto de "discriminación por sexo" que implica la ley es diferente por la "discriminación por orientación sexual o identidad de género", escribió en su texto de discrepancia Samuel Alito.

La decisión judicial es, en parte y de forma indirecta, un revés a las políticas sociales de la administración Trump, que apoyada y presionada por los grupos más conservadores de la sociedad estadounidense, especialmente los sectores religiosos evangélicos, había dado marcha atrás en la ampliación de derechos a la comunidad LGBTTTI impulsada por su antecesor Barack Obama.

Desde su llegada al poder en 2017, Trump ha impulsado políticas contra la comunidad homosexual y transgénero: la última el pasado viernes, quitando la protección contra la discriminación a la población LGBTTTI en temas de sanidad y seguro médico.

El impacto de la decisión de la Corte será grande. Según datos del Williams Institute de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), se calcula que hay 8.1 millones de trabajadores que se declaran LGBTTTI en total, de los cuales casi la mitad vivían en estados donde, hasta ahora, no había leyes que les protegieran de la discriminación laboral por su orientación sexual. Se estima que esa comunidad en Estados Unidos supera los 13 millones de personas.

"Realmente no hay palabras para describir lo eufórico que estoy", declaró Gerald Bostock, uno de los demandantes de uno de los casos que llegó al Supremo, despedido hace siete años de su trabajo como coordinador de servicios de bienestar infantil tras apuntarse a un equipo gay de softbol.

"Desde hoy podemos trabajar sin miedo a ser despedidos por ser quien somos ni a quién amemos. Pero todavía queda trabajo por hacer: la discriminación no tiene lugar en este mundo, y no vamos a descansar hasta que todos tengamos los mismos derechos", sentenció Bostock.