Claves para formar nuevas generaciones de líderes en una empresa
En la actualidad, la clave del éxito de una organización empresarial es lograr solidez, tanto en su cultura organizacional como en el profesionalismo de sus colaboradores. Si bien es un error común atender lo concerniente a la productividad, las personas involucradas son la prioridad.
Esa solidez se logra mediante un cambio estructural que solo es posible de visualizar de manera proyectiva y paciente. Pero, considerando que una empresa está conformada por un grupo humano, la preparación de líderes y el feedback organizacional es esencial para promover un cambio positivo.
En esta nota, repasamos las claves para formar nuevas generaciones de líderes de una empresa.
Fomentar el sentido de pertenencia
En primer lugar, es importante construir una cultura organizacional orientada a las personas; es decir, un sistema de valores que las identifique. La manera de lograrlo es incentivar constantemente la sensación, en los colaboradores, de formar parte de un equipo sólido.
Por esa razón, la formación de los líderes de la organización debe estar enfocada en las cualidades blandas de estos talentos. Desarrollar la sensibilidad hará que el equipo trabaje de manera conjunta hacia un objetivo común, en lugar de procurar la obediencia estricta.
Por otra parte, en la misma formación de esos líderes, es aconsejable considerar que estos se sientan parte de la empresa, para que puedan transmitirlo a otros. En este aspecto, resulta clave que los referentes sepan qué es feedback y cuál es su importancia para potenciar las relaciones en la empresa.
Suprimir el verticalismo
En relación con el punto anterior, es esencial establecer una diferenciación entre autoridad y liderazgo. Mientras que el primero está asociado a la influencia sobre las personas para realizar determinadas acciones, el segundo implica la motivación para enfocarse en el bien común.
Esta forma de trabajo implica, a diferencia de lo que se acostumbra, trabajar de forma horizontal como un equipo. De esa manera, se abre espacio a la manifestación del potencial y talento de los colaboradores, al tiempo que se armonizan las metas profesionales de todos.
Generar un proceso dialógico
Gran parte de la cultura organizacional está determinada por la capacidad de comunicación y retroalimentación. Por eso, es importante formar líderes con capacidad dialógica para hacer un feedback continuo con los trabajadores y sus labores.
Esta cualidad, incluso, es relevante para quienes se enfocan en formar a los líderes de una empresa. Dar un feedback continuo hace que los colaboradores se sientan valorados y reconozcan que tienen un gran potencial para explotar como parte de su crecimiento.
Además, promover el diálogo continuo es la manera más eficaz de lograr un ambiente laboral saludable y optimizar el rendimiento de la compañía.
Incentivar la formación continua
Es importante que los nuevos líderes tengan tanto una base profesional como una proyección, ya que su trabajo implica una necesidad de motivación constante y capacidad resolutiva. Como empresa, se puede potenciar a los talentos, mediante la provisión de espacios de formación.
Mediante la profesionalización recurrente, se logra motivar los intereses del líder, que encontrará satisfacción en su buen desempeño. Por otra parte, a la organización le otorga la ventaja de contar con colaboradores que lleven a cabo un trabajo de calidad y consciente.