Una de las mejores herramientas de endeudamiento personal que hay en el mercado es la tarjeta de crédito, la cual es accesible a todos y fácil de gestionar. Gracias a ella se puede mantener una línea de crédito permanente para acceder a dinero extra y satisfacer diversas necesidades.
Hay momentos en los que se necesita algún dinero extra o la posibilidad de adquirir algún bien o servicio, pero no se cuenta con los ahorros disponibles. Es ahí cuando entran en juego las distintas herramientas financieras como los préstamos rápidos, que ayudan a acceder a esos recursos extra que ayudan a solucionar cualquier necesidad, apuro o gusto repentino.
Entre esas herramientas que ofrecen las instituciones bancarias, financieras o crediticias resaltan las tarjetas de crédito, que ofrecen una manera bastante conveniente y rápida de acceder a préstamos para utilizarlos en lo que se necesite.
Es un poderoso instrumento que permite tener una línea de crédito siempre abierta para acceder a ella cada vez que se requiera y la cual, simplemente, se va renovando en la medida que se vaya pagando. Además, obtener una es muy fácil, gracias a la amplia cantidad de opciones que actualmente existen en el mercado financiero.
Aunque implican un compromiso de pago hacia la entidad financiera que las emite, cuando se administran cauta y correctamente son de gran ayuda cuando más se necesitan. Solo debes manejarla con sumo cuidado, sin excederte más allá de tu capacidad de pago, si lo haces así tendrás una tarjeta amiga con la que podrás contar siempre.
Tipos de tarjetas de crédito
Existe una extensa variedad de tarjetas de crédito, cada una con sus propias características y beneficios particulares. Algunas ofrecen recompensas en efectivo o millas de viaje, mientras que otras dan descuentos en compras o beneficios determinados a los que se acceden al utilizarlas.
Para conocer algunas de ellas puedes revisar entre las mejores tarjetas de crédito 2023 la extensa gama de opciones que tienes para elegir la tuya y tenerla para darte los gustos que quieras o para satisfacer necesidades o apoyos inesperados.
Las hay básicas, clásicas, con distintos niveles de financiamiento, sin pagos anuales, para uso exclusivo en determinadas tiendas y negocios, estudiantiles, suplementarias, sin intereses, con intereses preferenciales y demás que sirven a distintos usos.
¿Cómo elegir la tarjeta de crédito que se adapte a ti?
Para saber qué tarjeta de crédito te conviene más debes tener en cuenta diversos aspectos importantes, que se relacionan directamente con la forma como consumimos servicios y productos, frecuencia de compras y el uso que el uso que le quieras dar.
Debes analizar bien, para lo cual puedes revisar los siguientes parámetros:
- Patrón de consumo: tienes que tener claro la frecuencia, el monto en dinero que consumes y los sitios donde usualmente la vas a utilizar. Además, debes sacar un presupuesto mensual de alimentación, pago de alquiler, higiene personal, entretenimiento, mantenimiento del coche, servicios, etc, para determinar qué tarjeta puede ayudarte a administrar esos gastos.
- Uso de la tarjeta de crédito: puede que la utilices para hacer tus compras en supermercados, para los gastos del día a día y cubrir todo con ella, cómo puedes usarla solo para pagar por internet o para cuando se presenta alguna emergencia o gasto imprevisto. Todo depende del uso que le quieras dar.
- Nivel de ingresos: esto es esencial, debes tener muy presente tu capacidad de endeudamiento para poder utilizar una tarjeta de crédito responsablemente, y eso deriva directamente de cuánto ganas mensual para poder cubrir tus gastos. Por eso, debes tener cuidado en calcular bien esos gastos para no excederte y endeudarte innecesariamente.
Por lo general, las entidades crediticias hacen un estudio previo del solicitante para asignarle la tarjeta que mejor se adapte a sus posibilidades. Puedes empezar con una que tenga niveles de crédito pequeños y en la medida del uso y de tus pagos puntuales la agencia bancaria seguramente irá incrementando el nivel de endeudamiento.
Las tarjetas de crédito se han convertido en una herramienta financiera esencial. Su conveniencia, flexibilidad y la posibilidad de acceder a recursos inmediatos para solventar cualquier necesidad o gusto las hacen una opción atractiva para muchos. Sin embargo, hay que usarlas con cautela para evitar posibles endeudamientos innecesarios.