''¿Sabes que eso es pecado?''; invita a su mamá a su boda gay y ella lo rechaza
La semana pasada se volvió viral un video en el que un joven rompía en llanto tras ser condenado por su madre al invitarla a asistir a su boda.
En el video, aparece Henry Jimenez, un fotógrafo mexicano de 23 años que ha cobrado mucha relevancia en plataformas como Instagram y YouTube, hablando con su madre por teléfono.
“Tú estás mal. ¿No lo entiendes? Estás re (sic) mal. ¿En qué hora conociste a ese chamaco? Ese chamaco te ha cegado. No conoce de Dios, no quiere nada de Dios. No sé en qué hora. No sé Henry, me has partido el corazón en mil pedazos. Cada vez que me hablas de eso me pones triste, me pones más enferma de lo que ya estoy. Tú, el día que yo muera, tú me vas a matar Henry, porque siempre estoy pensando en las cosas tuyas que has hecho mal. Haces malo (sic), haces pecado”, despotrica su madre, ferviente cristiana pentecostés, después de que el joven le menciona que se va a casar con su novio.
En la descripción del video, publicado por Henry en su canal de Youtube, él explica que compartir el video en redes sociales probablemente ha sido una de las decisiones más difíciles de su vida.
“Sólo quiero recordarles a todos que amo a mi madre con todo mi corazón. No la culpo por su forma de pensar. Ella creció con esto en su mente y todo lo que puedo hacer es tratar de entenderla, respetarla y amarla”, explica Henry.
“La razón por la que decidí compartir esto es porque recibí un mensaje de un niño que decía que mi video lo había inspirado a contarle a sus padres su mayor secreto. Eso me hace muy feliz y hace que todo valga la pena. ¿Qué estamos haciendo en este mundo si no somos verdaderamente felices?”, concluye Henry.
En enero del año pasado, Henry conoció a Kasey Kerbox, modelo y también fotógrafo de 24 años originario de Hawái, Estados Unidos, durante una fiesta en la playa en Tulum, Quintana Roo.
Al mes, Henry y Kasey viajaron a la Ciudad de México y en marzo comenzaron un viaje por carretera en los Estados Unidos en el que la pareja se dedicó a tomar fotografías alejados de la pandemia generada por el SARS-CoV-2 (Covid-19).
A casi un año de haberse conocido, Kasey le propuso matrimonio a Henry en un glaciar en Alaska, al noreste de los Estados Unidos, el pasado 1 de diciembre.
“Sentimos que somos almas gemelas, sentimos que hemos conectado de una forma increíble y yo pienso que él es el indicado, él cree que yo soy el indicado”, Henry relata con emoción al hablar de la propuesta durante una entrevista para EL UNIVERSAL.
Sobre la reacción de su madre que se viralizó en redes y varios sitios de noticias, Henry refiere: “Hay muchos medios que realmente se encargaron de dar otro mensaje que el que desde un principio yo quise transmitir”.
“No es que mi mamá sea homofóbica, no es que odie a los gays, simplemente en su religión, en su mente, es algo que no está bien ante los ojos de dios y ella cree firmemente en los mandamientos de dios”, Henry explica al respecto.
Al preguntarle sobre la decisión de compartir el video de la reacción de su madre a través de redes sociales, Henry señala: “La última persona con la que salí del closet, a la que le conté y para mi fue mi mayor miedo, mi mayor muro en esta vida, fue mi mamá. Le conté hace dos años y fue la última vez que hablamos del tema”.
En una publicación del pasado 28 de mayo, Henry narra, desde su propia experiencia, lo crucial que es contar con apoyo cuando decides compartir tu orientación sexual: “Solía tener pensamientos suicidas, cuando tenía alrededor de 15 años pensé en quitarme la vida por el hecho de ser homosexual y que mi familia no lo aceptara, mi mamá solía decir que tener un hijo gay sería lo peor que le podría pasar en la vida, (aún no lo acepta)”.
“Crecí con una religión que es muy fuerte, que no aprueba el amor igualitario. [...] Creces con un dios que te juzga, que te dice que estás mal por amar a alguien de tu mismo sexo, cuando es algo que no controlas. [...] Tenía miedo”, Henry cuenta durante la entrevista.
De ahí que Henry tomara la decisión de documentar la reacción de su madre al hablarle de uno de los momentos más felices de su vida.
“Ahora que vivo pleno en mi vida quiero gritar que soy gay a los cuatro vientos y decir: ‘Sí, aquí estoy’ y concientizar al mundo. [...] No te das cuenta hasta que vives realmente la experiencia del rechazo”, agrega.
Sobre la relación con su madre, Henry reitera: “Ella creció de esa forma, no es su culpa, su familia le inculcó esa religión es de un pueblo muy pequeño y no la voy a cambiar. La amo con todo mi corazón y la razón por la que le conté que me iba a casar con mi novio es porque quiero abrir mi corazón con ella”.
Henry Jimenez nació en Comalcalco, una ciudad muy pequeña de Tabasco, al sureste de México. Desde muy pequeño, Henry pudo conocer el mundo de la fotografía gracias a que sus dos hermanos mayores tenían un estudio fotográfico. A los 9 años, sus hermanos le regalaron su primera cámara, una Canon digital y ya tomaba sus primeras fotografías en fiestas de XV años y bodas a los 14 años.
A los 17 años, Henry se mudó a Guadalajara para estudiar Comunicación y Artes Audiovisuales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), una universidad privada que forma parte del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) que integra a ocho universidades en México.
Sin embargo, al año decidió mudarse a la Ciudad de México tras la recomendación de su mejor amigo, Mario Monzón, que se iba de intercambio a esa entidad.
Ya en la Ciudad de México, Henry comenzó a ganar relevancia a través de Instagram al tomar fotografías de influencers, Instagramers y Youtubers, entre otros.
Actualmente, Henry tiene más de 430 mil seguidores en Instagram y más de 57 mil suscriptores en Youtube.