"Incomprensible":la incertidumbre del calendario hace mella en el fútbol español
Una semana después de que el inicio de la temporada de La Liga se viera afectado por un conflicto sobre la programación, los clubes de la primera división española todavía no saben cuándo se jugarán los partidos de esta semana debido a una lucha de poder entre las principales instituciones deportivas.
Está previsto que el Getafe se enfrente al Osasuna el viernes, pero el partido corre el riesgo de ser aplazado debido a la prohibición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) de jugar los viernes y lunes, que también amenaza al Real Betis-Real Valladolid, previsto para el lunes.
El organizador de la competición, La Liga, que es el responsable del calendario, optó por ignorar la prohibición al confeccionar las dos primeras jornadas de la nueva temporada, programando el partido del Granada con el Athletic de Bilbao como inicio de la temporada el pasado viernes.
Sin embargo, menos de 48 horas antes del encuentro, la juez de competición de la RFEF dictaminó que debía retrasarse al sábado, perjudicando los preparativos de ambos clubes."Sorprende que a menos de 48 horas no supiésemos cuándo íbamos a jugar. Sería bueno para el fútbol que entre todos se llegue a una solución. Es un gran inconveniente cambiar el horario 48 horas antes", dijo el entrenador del Granada, Diego Martínez, cuyo equipo acabó imponiéndose por 2-0.
La Liga cargó contra la postura de la federación, pero en vez de trasladar los partidos al sábado y al domingo para la segunda jornada, presentó un recurso ante el Consejo Superior de Deportes, cuya decisión se espera para el miércoles.Osasuna no puede reservar aún un hotel para el partido en Getafe, ya que no está seguros de si será el viernes o el sábado. "Es incomprensible que no sepamos con ninguna seguridad cuándo se jugará el partido", dijo un portavoz del club navarro.
UNA LARGA BATALLA
El entrenador del Betis, Manuel Pellegrini, cuyo primer partido con el Alavés se adelantó un día y aún no está seguro de cuándo jugará contra el Valladolid, también criticó el caos.
"No sabemos dónde jugamos el segundo partido, si es sábado o domingo. Necesitamos una organización mejor para una liga como la española. Ojalá haya un calendario estable porque es bueno para todo el mundo", dijo en una conferencia de prensa.
"Me parece muy extraño que se pueda cambiar el día de un partido tres días antes, ya que significa que hay que cambiar completamente la forma de trabajar durante la semana. Es horrible que una liga tan prestigiosa como la española pueda cambiar las cosas unos días antes", añadió.Tanto la Liga como la federación declinaron comentar la situación a Reuters.
La disputa sobre el calendario es uno de los diversos campos de batalla en una larga guerra entre el presidente de La Liga, Javier Tebas, y el jefe de la federación, Luis Rubiales.
Tebas ha señalado en repetidas ocasiones la necesidad de jugar los viernes y lunes para complacer a las cadenas de televisión, mientras que Rubiales afirma que la celebración de partidos en días laborables es injusta para los aficionados que desean asistir a los encuentros.La federación se retractó de su postura anterior en junio, cuando se reanudó la competición tras la interrupción por la pandemia de coronavirus, ya que todos los partidos se jugaron a puerta cerrada por razones de seguridad.
Aunque los espectadores siguen sin poder asistir a los estadios esta temporada, la federación insiste en que los partidos no pueden jugarse los lunes o viernes hasta que un tribunal mercantil dictamine sobre el asunto el 6 de octubre.Mientras las dos organizaciones continúan su guerra de desgaste, otras están perdiendo la paciencia.
"Si no traen la paz, Tebas y Rubiales tendrán que plantearse si prestan un buen servicio al fútbol o no", dijo a la emisora de radio Cadena Ser la presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano.
"Hay un problema grave que le resta potencia a nuestro deporte. Se consume muchísima energía en batallas absurdas", agregó.