Este detalle de tu cuerpo siempre delatará tu edad y no son arrugas.

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Además de manchas, arrugas y pérdida de elasticidad, hay otros indicadores que reflejan el envejecimiento en la piel, como son los lunares de sangre (lunares rojos) también conocidos como puntos rubí, que se asocian con la edad cutánea tanto de mujeres como de hombres.

La directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE), Jatziri Chávez, explicó que las manchas de color rojo intenso se presentan como resultado de la dilatación de los vasos sanguíneos situados en la dermis.

Destacó que la aparición de estas significativas manchas en la piel comienza a partir de los 40 años, sobre todo en zonas como el tórax, el cuello, los brazos y las piernas, aunque las personas de piel blanca son más susceptibles a presentarlos, principalmente quienes se han expuesto al sol sin la protección adecuada.

La especialista indicó que por lo regular estos lunares tienen un tamaño entre uno y dos milímetros, con la posibilidad de que crezcan, y aunque los puntos rubí son indoloros, podrían sangrar en exceso si llegan a lastimarse.

"Estos tumores vasculares son de tipo benigno, es decir, no tienen ninguna implicación para la salud, pero pueden tener repercusión en la imagen de las personas", aclaró mediante un comunicado.

Jatziri Chávez detalló que la forma de erradicarlos es a través de la extirpación, ya sea mediante una electrocirugía, que consiste en dar un punto de calor en el lunar, o con un láser de CO2 (radiación infrarroja).

Expuso que eliminar los "nevos cherry" no garantiza que dejen de aparecer en otras áreas de la piel con el paso del tiempo.

Ante ello, agregó, es recomendable explorar de forma periódica la piel y ayudar a identificar y monitorear las manchas y su desarrollo, a fin de detectar de manera oportuna si se trata de algún cuerpo maligno.

 




¿Cuánto tiempo debe dormir un niño según su edad?

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Cuando los niños son muy pequeños, lo normal es que la mayor parte del tiempo se la pase durmiendo, más si es un recién nacido. Cuando uno es un bebé se necesitan por lo menos dormir 10 horas, después vienen una etapa donde la mitad del tiempo están activos y la otra mitad en reposo y de ahí solo duermen un 40% del día. Pero sabes en realidad, ¿cuánto tiempo debe dormir un niño?

Como padre debes saber cuánto tiempo necesita dormir tu hijo porque de esto depende su rendimiento escolar, así como, su comportamiento y su desarrollo del lenguaje. Todos estos problemas se presentan porque los niños pierden parte del sueño y al otro día su memoria no percibe lo que aprendió un día anterior.

 

¿Cuanto debe dormir un niño?

De 0 a 1 año:

Lo normal es que si tu hijo es un recién nacido duerma entre 15 a 17 horas. Estas horas no son seguidas, lo recomendable es que sean 9 durante la noche y el resto durante el día en sus siestas.

 

Conforme pasan los meses sus horas se reducen. A los 3 meses descansan 14 horas y el primer año entre 13 y 11 horas.

De 1 año y medio a 3 años:

Lo mejor es que duerma de 10 a 13 horas para su rendimiento. De los 2 a los 3 años, los niños no deben tener una siesta a menos que su día sea muy dinámico y pesado para que se sientan cansados, eso es para que en un futuro descansen lo mejor posible por las noches.

De 4 a 5 años

A esta edad los niños están tan despiertos que se olvidan que la siesta existe, pero se recomienda a las mamás que descansen un rato después de la hora de la comida, tal vez que no duerman, pero sí que recuperen sus energías. Durante la noche los niños necesitan dormir entre 9 y 12 horas.

De 6 años en adelante

A esta edad los niños están mucho más despiertos y algunos desearán dormir mucho más tarde pero por lo menos necesitan de 9 horas de sueño, eso como mínimo.



¿A qué edad se recomienda congelar los óvulos?

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Preservar la fertilidad entre los 25 y los 35 años aumenta las tasas de éxito, según afirman los expertos en medicina reproductiva. Sin embargo, retrasar la edad de ser madre se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en una realidad social. El ritmo de vida y los cambios sociales y laborales de la mujer han obligado a retrasar la maternidad hasta acercarla más a los 40 años que a los 30. Existen varias razones por las que una mujer decide congelar sus óvulos:

Para preservar la fertilidad, ya que teniendo en cuenta que las mujeres nacen con un promedio de un millón de óvulos, cuando llegan a la pubertad cuentan con 400 mil  y en cada menstruación, cada mes van perdiéndose unos mil; de ahí que la congelación de óvulos se haya convertido en la opción más habitual para asegurar la maternidad futura, ya sea por razones personales o profesionales.

Para aumentar las posibilidades de embarazo. Precisamente para mujeres con poca reserva ovárica, la congelación de óvulos es muy plausible. Lo ideal es realizar la fecundación in vitro con ovocitos resultantes de varios ciclos de estimulación.

Antes de empezar con un tratamiento oncológico. A causa de que la quimioterapia y la radioterapia provocan daños irreversibles en los óvulos de la mujer, congelarlos antes de iniciar un tratamiento de este tipo, asegura posibilidades más férreas de poder tener un hijo tras terminar el tratamiento y superado la enfermedad. 

Por otras razones médicas (como puede ser ante una operación de extirpación de ovario)

La vitrificación, que tiene mejor efectividad a partir de los 35 años, consiste en congelar los óvulos y mantenerlos en condiciones óptimas para que la mujer pueda utilizarlos cuando ella decida en el futuro. Las tasas de supervivencia de los ovocitos son actualmente del 90%.

Los óvulos pueden estar congelados indefinidamente. No tienen fecha de caducidad y es posible mantenerlos con su material y edad genética intactos todo lo que sea necesario, sin embargo eso no significa que se pueda ser madre a cualquier edad, pues las condiciones de gestación de la mujer sí disminuyen conforme va cumpliendo años. Así, los 50 años es el límite para que la gestación no tenga una carga excesiva de riesgo tanto para la madre como para el bebé.